El Gobierno griego está intensificando los trabajos este fin de semana para preparar la reunión del Eurogrupo que se celebra mañana, de la que espera una declaración conjunta que dé un empujón a las negociaciones con sus socios europeos.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, mantuvo ayer una reunión con el viceprimer ministro, Yanis Dragasakis; el titular de Finanzas, Yanis Varufakis; el coordinador del equipo negociador, Euclidis Tsakalotos; el titular de Economía, Yorgos Stathakis, y el ministro de Estado, Alekos Flaburaris. Durante el encuentro se abordó la situación de las conversaciones con las instituciones acreedoras (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) y se perfilaron las posiciones que Varufakis defenderá ante sus homólogos europeos.
El jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ya precisó que el encuentro de mañana no será decisivo para solventar la situación de Grecia, cuyo Ejecutivo espera que una primera evaluación positiva de las negociaciones sirva como base, al menos, para obtener liquidez adicional, aunque no sean los 7.200 millones de euros pendientes.
Atenas aseguró que quiere un acuerdo con los acreedores, pero reiteró que no dará marcha atrás en sus “líneas rojas”, es decir, el recorte de salarios y pensiones y la eliminación de los convenios colectivos.
Mientras, el país debe afrontar el martes una nueva devolución del préstamo al FMI por valor de 760 millones de euros.