El 092 comienza a imponer sanciones por violar la nueva normativa sobre el uso de la mascarilla

El 092 comienza a imponer sanciones por violar la nueva normativa sobre el uso de la mascarilla
1. Era posible ver en la calle a personas que no llevaban mascarilla, a pesar de la prohibición / 2. La Policía Local inspeccionó varios locales de ocio nocturno, así como a sus clientes / 3. Los coruñeses tratan de aco

A partir de la medianoche de ayer entró en vigor la nueva normativa autonómica que obliga al uso de mascarilla en todo momento en lugares públicos, excepto para beber, y volver a ponérsela enseguida, y regula algunas concentraciones de personas, prohibiendo el botellón. Armados con este nuevo reglamento, la Policía Local salió a la noche coruñesa para asegurarse de que se cumplieran las restricciones. Como suele ocurrir, no todos que disfrutaban de la noche estaban cumpliendo con la normativa, lo que se tradujo en cerca de diez denuncias por no llevar la mascarilla puesta. 

Hay que señalar que la mayor parte de las veces, los agentes se limitaban a advertir a los infractores de que debían ponerse la mascarilla. Solo en contadas ocasiones llegaron a imponer una sanción: ocurrió en algunas de las calles del centro, donde se reunía público cerca de los locales de ocio nocturno, como en la plaza de La Cormelana o en la calle de la Orquesta Sinfónica, donde tuvieron que acudir en varias ocasiones. También se sancionó a clientes en el interior de los establecimientos. 

Por ese mismo motivo, los hosteleros fueron los primeros en obligar al público a cumplir la normativa, incluso si se encontraban en el exterior, en una terraza al aire libre. Para muchos resultó incómodo tener que retirar la mascarilla solo para tomar un trago de su bebida, pero los camareros se mostraban inflexibles, azuzados por la presencia constante de la Policía Local, que también vigilaba el aforo para asegurarse que se respetaba el límite de dos tercios de la capacidad máxima. 

Galicia de Noite es la asociación que agrupa a locales de ocio nocturno y su presidente, Luis Diz, se mostró tajante con la importancia de respetar la normativa. “Aquel que incumpla, a pagar””, sentenció recientemente. Aunque reconoció estar preocupado porque considera que esta clase de incidentes solo pueden servir para criminalizar una vez más el ocio nocturno que ha sufrido considerablemente por la crisis sanitaria, como todo el sector de la hostelería. 

Pero al mismo tiempo, reparte las culpas entre hosteleros y clientes: “La gente no cumple para nada. Piensan que la mascarilla es una imposición y que no sirve para nada”. Por su parte, él lo tiene claro: “Yo pido a la gente que no salgan antes de que hagan lo que están haciendo. No podemos volver para atrás porque va a suponer que cierre todo”. A este respecto, hay que señalar que otras regiones ya regresaron a la fase dos de la cuarentena para evitar concentraciones de gente. 

El fin de semana anterior, la Policía Local desalojó en la noche del sábado al domingo a los clientes que abarrotaban un local de ocio nocturno de la avenida de La Marina. La gerencia no había respetado las normas sanitarias de aforo reducido. Su capacidad habitual es de 77 personas, y las normas de distanciamiento social le obligaban a reducir esa cifra a dos terceras partes. Pero aquella noche había 82 personas

Santa Margarita 
Se registró una denuncia por botellón en Santa Margarita. En realidad, se trataba de un único sujeto bebiendo al aire libre, pero su negativa a colaborar con las autoridades provocó que fuera denunciado. De todos modos, no fue el único, porque también sancionaron a varios jóvenes a los que sorprendieron bebiendo en la plaza de Juan Naya . 

La nueva normativa les permite más facilidad para sancionar a los bebedores de la que había tenido hasta ahora. El Ayuntamiento había prohibido el botellón, pero solo en los jardines de Méndez Núñez como en otras Zonas de Especial Protección (ZEP). El público seguía siendo libre de beber alcohol en la vía publica. Los agentes municipales tenía que aferrarse a tecnicismos para sancionarles, como determinar que estaban haciendo demasiado ruido en una zona habitad o tirando basura. Afortunadamente para los policías, la mayor parte no estaba al tanto de este detalle, así que se disolvían la reunión en cuanto aparecía el 092. Aun así, siguen celebrándose en una veintena de lugares apartados, casi siempre parques o plazas de zonas alejadas del centro, normalmente solo grupos de menos de diez individuos.

Sin embargo, en la noche del viernes al sábado la Policía Local tuvo que acudir a la playa de As Lapas para impedir que se celebrara un macrobotellón. La rápida actuación policial impidió que llegara a formarse una multitud y la reunión quedo reducida a cinco personas. 

Labor informativa
La vigilancia se mantiene durante el día. En días precedentes a que entrara en vigor la nueva instrucción de la Xunta, la Policía Local ya había multado a cerca de veinte personas. Aunque ayer se mantuvo la vigilancia, la actividad no fue tan grande y fue mayormente informativa. La mayor parte de los vecinos llevaba mascarilla, aunque siempre era posible encontrar a un infractor. La principal “molestia”, solo poder quitarse la protección para beber.

Parte de los coruñeses estaba en las playas, de manera que habrá que esperar a mañana para comprobar si se incrementan las sanciones.

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