Reportaje | La XVI Festa do Pan de Carral supera sus expectativas pese a los chubascos

Reportaje | La XVI Festa do Pan de Carral supera sus expectativas pese 
a los chubascos

La lluvia quiso deslucir la XVI Festa do Pan de Carral tanto el sábado como ayer con chubascos intermitentes, pero eso no asustó a los cientos de personas que pasaron por el Campo da Feira para degustar el producto estrella, el bocadillo “cardiosaludable” –a base de bolla de Carral, jamón serrano, tomate y aceite de oliva– y pasar una jornada de diversión con zancudos, malabaristas, música y exhibiciones.
Los más ilusionados, como siempre, los niños que participaron en los talleres de elaboración de pan, donde los pequeños aprenden de los panaderos del municipio la receta básica para crear el manjar más preciado de Carral, llevándose después sus propios “boliños” para presumir de oficio ante sus familias. Los más golosos elaboraron una suerte de pizzas con pepitas de chocolate, pero también pudieron verse perfectos bollos con su “moña” y todo, al más puro estilo carralés.

La charanga Alambique y una demostración de cetrería, entre otras propuestas, dieron el pistoletazo de salida a la mañana de ayer, en la que conforme se acercaba la hora del vermú se iban formando colas para adquirir el bocadillo creado por la Asociación de Panaderos de Carral, del que se despachan más de 4.000 ejemplares en cada edición de la fiesta y que se vendió sin descanso durante todo el fin de semana.

Motos y verbena
Los panaderos celebraron la habitual misa en honor a su patrón, San Honorato, que estuvo amenizada por la Coral Polifónica Aires de Carral, mientras que en los aledaños de la Casa Consistorial se concentraron decenas de motos en la VII Xuntanza.
La sesión vermú y la verbena corrieron a cargo de la orquesta La Favorita, que despidieron la fiesta hasta su próxima edición.

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