Un cambio de altos cargos pero la misma ilusión

Un cambio de altos cargos pero la misma ilusión
los representantes de las administraciones aprovechan para felicitarse por la consecuciã³n del puerto exterior

La de ayer no fue solo una fiesta para el puerto exterior y para los profesionales de la ingeniería sino que sirvió para colgar medallas a quien fraguó la infraestructura desde los despachos de las distintas administraciones. Mientras que el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, lanzó proclamas para reafirmar la buena sintonía que hubo entre la institución que preside y las empresas responsables de la construcción, los políticos echaron la vista atrás para rememorar quién ocupaba qué cargo y quién hizo qué porque Punta Langosteira fuera una realidad.
“Doy mi enhorabuena a la Autoridad Portuaria y a Puertos del Estado”, se atrevió a decir el subsecretario del Ministerio de Fomento, Mario Garcés, y abrió la veda para los elogios mutuos, esta vez con nombres y apellidos. “Quero facer referencia a personas concretas na xestión política e outras na técnica”, anunció el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández. Y de esta manera centró su discurso en la persona del actual alcalde, Carlos Negreira, que entre 2005 y 2007 siendo presidente de Portos de Galicia “loitou e conseguiu que se desbloquease esta obra” del puerto exterior.
“A segunda persoa á que quero recordar é Ana Pastor, que foi a responsable máxima para despexar as dúbidas financieras e garantir a súa operatividade e o pagamento”, comentó. No se olvidó tampoco del actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que entre 2003 y 2005 ocupó la que vendría a ser su área en el Gobierno autonómico, aunque con otro nombre. “Como el dicía transformouse un accidente nunha oportunidade”, dijo, en clara alusión a desastres como el del “Prestige” o, incluso, al más antiguo “Mar Egeo”.
Las palabras de reconocimiento en un auditorio que contó con la presencia de antiguos presidentes de la Autoridad Portuaria de A Coruña también fueron para Fernando Noya y Enrique Maciñeira, “que asinaron os proxectos que deron lugar a estas obras, que hoxe son unha referencia mundial nas obras marítimas”.
Con la intención de devolver las alabanzas, el regidor coruñés, Carlos Negreira, insistió en que la infraestructura fue fruto de “muchas complicidades” entre administraciones que comenzaron de forma firme allá por febrero de 2004.

Un cambio de altos cargos pero la misma ilusión

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