Son aseveraciones, afirmaciones que suelen calar ante el electorado, en el público en general, sin pensar en las consecuencias que puedan ocasionar, sobre todo cuando se refieren a un tema concreto y que puede afectar a millones de personas como en el momento actual es la incidencia que tiene sobre la población la COVID-19.La última en subirse a este grupo de los políticos irresponsables con sus manifestaciones negativas y muy temerarias ha sido la ministra de Industria, Reyes Maroto, cuando sin haber reflexionado ni medido su alcance hablaba de que podríamos recuperar los movimientos de cara a la Semana Santa.