Nada se hizo bien desde Moncloa desde el inesperado volantazo que convirtió en un falso podemita al “soso, serio y formal” Gabilondo del principio, cuando se suponía que la sensatez del candidato socialista cotizaría al alza en medio de la crispación por Iglesias y Vox.Los refuerzos femeninos (Lozano, Llop, Jallul y Maroto) se perdieron en una absurda estrategia autodestructiva que insultaba cada día la inteligencia de los ciudadanos.
La presidenta asistió al único debate que se realizó y lo ganó y no quiso participar en el circo montado por Iglesias y la SER acertando de nuevo en su decisión.
Desestima la cautelar pedida por Vox en la Asamblea de Madrid contra el decreto de la presidenta regional, que estableció el cierre en los términos aprobados por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del 10 de marzo.
dicen los que saben de esto, que a Feijóo le importa poco menos que nada lo que piense o diga Díaz Ayuso de él.