Manuel Viso, médico internista: “La salud no va de vivir más, sino de morir sano”
Su libro "Supersanos" se presenta esta tarde en Afundación a partir de las 19.00 horas

En su consulta del Hospital San Rafael de A Coruña, el doctor Manuel Viso atiende a diario a pacientes que buscan recuperar la salud física. Pero también entra en la vida de miles de españoles a través de sus intervenciones en medios de comunicación de todo el país. Médico internista y autor del libro Supersanos, que acaba de publicar con la editorial Harper Collins, Viso ha logrado algo poco común: traducir la medicina en un lenguaje cotidiano y accesible, donde el bienestar se entiende como un todo que une cuerpo, mente y emociones.“Lo importante es ser cercano al lector”, asegura. “Si no, no llegas”. Su forma de comunicar, sencilla y directa, es parte de una filosofía que huye de tecnicismos y se apoya en la experiencia diaria con sus pacientes. Así lo hace también día tras días a través de sus redes sociales. En Supersanos, ese espíritu se traduce en una guía que combina nutrición, psicología y hábitos saludables sin imponer ni culpabilizar. “El libro no pretende ser una lección médica. Habla de la vida real, de los problemas normales de la gente, los que muchas veces psiquiatrizamos sin necesidad.”
Para Viso, la frontera entre la nutrición y la salud mental es fina. “La salud no es solo la ausencia de enfermedad, es bienestar físico, psíquico y social. Si no funciona todo, no funciona nada.” Esa visión integral le lleva a insistir en que comer bien no significa hacer dieta, sino ordenar la vida. “El que tiene una desestructura a nivel alimentario, la tiene en el resto de ámbitos: duerme mal, no hace deporte, vive con ansiedad. En cambio, cuando consigues encauzar algo, todo empieza a ordenarse. Es un efecto dominó.”
En “Supersanos” y en sus consultas el doctor Viso insiste en empezar por pequeñas metas. “Metas pequeñas, alcanzables, que sean asequibles para ti. Si juntas todo te vas a encontrar delante de un muro infranqueable. Pero si vas consiguiendo esas pequeñas metas, poco a poco vas metiendo nuevos hábitos en tu vida.”El especialista enfoca sus consultas con una idea de propósito que está muy presente en su discurso. “Siempre digo que tiene que haber un por qué y un para qué. ¿Por qué quiero cambiar? ¿Y para qué? Si lo tienes claro, será más fácil mantenerlo. Si no, el cerebro te sabotea.”
Pero, ¿cómo reprogramarnos para implementar hábitos saludables? Viso lo explica con una naturalidad casi pedagógica: “El cerebro es muy bueno, pero también es muy fastidiado. Genera circuitos automáticos porque así gasta menos energía. Aunque no sean buenos para ti, quiere mantenerlos. Por eso hay que repetir las conductas, porque el cerebro aprende por repetición y recompensa.” Su receta es práctica: repetir y premiarse. “Repito, repito, repito… y el cerebro dice: ostras, aquí hay un cambio. Entonces libera dopamina y te da placer. El truco está en que ese placer sea bueno.”
El doctor habla con conocimiento de causa, se trata de algo que ve casi a diario en consulta. “Mucha gente cree que no puede cambiar. Pero todo el mundo puede. Lo que pasa es que nos justificamos: no tengo tiempo, no puedo, ya fracasé antes. Y no es verdad. Lo que hay que hacer es probar. El fracaso no es fallar, el fracaso es no intentarlo.”
A Manuel Viso la palabra “dieta” no le gusta. “No creo en ellas. Basta que te digan que mañana tienes que desayunar X para que te apetezca Y. Todo tiene que ser flexible.”
La comida tiene que gustar. Si no te gusta, estás condenado al fracaso"
Lo explica con una metáfora que se ha vuelto viral en sus charlas: “La alimentación es como el cine: hay actores principales, secundarios y extras. Si un día te apetece algo que no es muy saludable, cómetelo, pero entiende que es un extra. No puedes vivir de los extras.”Esa flexibilidad no significa descuido. “La comida tiene que gustar. Si no te gusta, estás condenado al fracaso. Pero también hay que reeducar el paladar. Los niños que comen siempre cosas muy sabrosas, muy potentes, luego rechazan las frutas o las verduras porque no le saben a nada. Hay que enseñarles a saborear lo sencillo.”
Aprender a comer
El doctor lo tiene claro: la educación alimentaria empieza en casa, y los padres son el espejo. “Los hijos aprenden por imitación. Si tú no eres ejemplo, ellos no pueden aprender. No puedes pedirle a tu hijo que coma puré si tú estás comiendo patatas fritas con un chuletón.”Pero Viso también es realista: “Los padres hacen lo que pueden. No se trata de hacerlo perfecto, sino de hacerlo consciente.” Su recomendación pasa por algo tan básico como no tener en casa lo que no quieres que coman. “Si no quieres que tus hijos tomen tomate frito industrial o refrescos, no los tengas. Y sobre todo, explícales el porqué. Darles información con formación.”
Los hijos aprenden por imitación. Si tú no eres ejemplo, ellos no pueden aprender. No puedes pedirle a tu hijo que coma puré si tú estás comiendo patatas fritas con un chuletón"
Aunque se puede decir que se han convertido también en su medio, el médico alerta del ruido que generan las redes sociales. “Hay mucho fraude en las redes. Mucho. Hay profesionales que saben venderlo muy bien, que te ponen un estudio delante para justificar algo falso. Pero esos estudios suelen estar manipulados o sesgados.” Y pone un ejemplo que hace pensar: “Si yo quiero demostrar que las zanahorias alargan la vida, solo tengo que buscar un dato que diga que en A Coruña se come mucha zanahoria y se vive mucho. Y ya está. Pero no he mirado si en A Coruña hay menos contaminación, o si la gente camina más. Eso no es ciencia.”
El doctor Viso advierte que hoy hay más información que nunca sobre salud, pero no siempre mejor entendida. La gente, dice, se deja llevar por mensajes publicitarios o modas en redes sociales que confunden más que ayudan.“Nos falta conciencia”, afirma. “A veces la gente compra yogures sin gluten sin saber que ningún yogur tiene gluten. Pero como lo pone en el envase, se lo cree. Y eso pasa porque la publicidad juega con la obsesión colectiva por lo saludable.”
La sociedad, dice Viso, vive instalada en la prisa. “Queremos resultados inmediatos. Y por eso triunfan las dietas milagro. Pero eso no funciona. El deporte, por ejemplo, duele al principio. Los primeros días te cansas, te molesta todo… hasta que llega la liberación de endorfinas y te engancha. Lo bueno tarda.” Y ahí entra otro concepto clave: la motivación no se espera, se construye. “La motivación no llega hasta que has repetido varias veces el cambio. Primero viene la voluntad, luego el cambio, y después la motivación. No al revés.”
Su concepto de “supersalud” no tiene que ver con cuerpos perfectos, sino con la conciencia. “La supersalud es vivir desde la conciencia, no desde la supervivencia. Es pensar antes de actuar: qué voy a comer, cómo voy a reaccionar, qué me sienta bien y qué no.”
Esa conciencia genera refuerzo positivo. “Si hoy tengo capacidad de control, mañana también la tendré. Y eso te fortalece. Te levantas esplendoroso, te dices: ‘qué bien lo hice ayer’. Y esa frase, aunque parezca pequeña, es brutal.”
Morir vivo
El mensaje final de Manuel Viso es tan simple como poderoso: “El libro lo empiezo preguntando cómo quieres morir. ¿Morir enfermo o morir vivo?” El médico recuerda que la obesidad reduce la esperanza de vida entre 10 y 12 años, pero advierte de algo aún más importante: la calidad de vida. “Cada día mueren en España 330 personas por enfermedades cardiovasculares. Si esas 330 comiesen adecuadamente, hiciesen 30 minutos de ejercicio diario y no fumasen, solo morirían 60. Se salvarían 270. Es una barbaridad.”
Para él, la clave está en la constancia sin obsesión. “Si entras en la obsesión, ya estás enfermo mentalmente. Y eso no se sostiene. ”Porque, como resume en Supersanos, “la salud no se trata de vivir más, sino de vivir mejor. De morir sano, no de morir enfermo.”