Marisol Mejuto impulsa en A Coruña Parteando, un proyecto pionero de acompañamiento integral a la maternidad

Marisol Mejuto, enfermera y matrona coruñesa, lleva años acompañando a mujeres en uno de los momentos más intensos y transformadores de la vida: la maternidad. Desde su proyecto Parteando, ofrece un espacio de confianza, información y cercanía para que cada familia viva el embarazo, el parto y el posparto con calma, conocimiento y autonomía.

La historia de Marisol empieza “en casa”, en la Escuela de Enfermería de Oza, donde se formó como enfermera antes de mudarse a Orihuela para especializarse como matrona. “Fueron dos años lejos de mi tierra, con mucha morriña, pero en un hospital lleno de profesionales actualizados y con verdadero cariño por su trabajo. Allí aprendí cómo quería ejercer esta profesión”, recuerda.

A su regreso a Galicia, tenía claro que quería desarrollar su carrera desde ese mismo enfoque humano. Sin embargo, la inestabilidad laboral y la rigidez del sistema público la llevaron a buscar nuevos caminos. “Tenía contratos de días, sin continuidad, con limitaciones para cuidar y ejercer como quería. Me inspiraban muchísimo las matronas que trabajaban de forma autónoma en Levante y Cataluña: formadas, competentes y con un impacto real en las mujeres. Yo quería eso”, afirma.

En 2024, tras certificar su formación como consultora internacional en lactancia (IBCLC), decidió dar el salto y crear Parteando. El proyecto nació de manera orgánica, como una extensión de su forma de entender la maternidad. “Empezó siendo una cuenta de divulgación en redes, un espacio para compartir información rigurosa y cercana. Pero pronto comencé a recibir mensajes de mujeres que contaban sus experiencias de desatención o falta de apoyo. Desde la impotencia de no poder cambiar el sistema y las ganas de aportar, decidí lanzarme y hacerlo desde A Coruña, mi casa”, declara Marisol.

Su motivación era clara: ofrecer seguimiento real y acompañamiento personalizado. “Las familias necesitan una figura de referencia, alguien que las conozca de verdad, que entienda su historia y sus miedos. Saber que das a luz y que, al volver a casa, hay una cita esperándote si la necesitas”, añade. La esencia de Parteando está en algo tan sencillo -y tan poderoso- como maternar en confianza.

Una forma de cuidar desde la empatía

El trabajo de Marisol se apoya en tres pilares: honestidad, cercanía y escucha activa. “Intento trabajar como a mí me gustaría que me atendieran. Detrás de cada recomendación hay conocimiento y experiencia, pero también mucha empatía. Y si no sé algo, lo digo, o derivo a quien puede ayudar. No se trata de saberlo todo, sino de acompañar con coherencia”, asegura.

Para ella, una maternidad “consciente y empoderada” es aquella en la que la mujer es protagonista. “Hablamos de igual a igual. Mi papel es ofrecer información y herramientas para que puedas tomar decisiones por ti misma, no tomarlas por ti. Y que esas decisiones tengan sentido para tu historia, tu cuerpo y tus necesidades”, comenta.

El papel de la matrona, mucho más allá del parto

Aunque muchas personas asocian la figura de la matrona únicamente al parto, Marisol reivindica su papel integral. “Las matronas somos profesionales de referencia en la salud sexual y reproductiva de las mujeres, desde la adolescencia hasta la menopausia. Acompañamos en anticoncepción, embarazo, parto, lactancia y cuidados del bebé, pero también en la parte emocional y social de cada etapa”, declara la profesional.

Su diferencia con otros servicios más institucionales está en la mirada. “El embarazo es, en la mayoría de los casos, un proceso de salud, no de enfermedad. Nuestro enfoque está en la promoción de la salud y la prevención de complicaciones, sin dejar de trabajar en equipo con obstetras y otros profesionales cuando es necesario”, añade.

En Parteando la información y la autonomía son la base de todo. Marisol defiende una maternidad en la que las mujeres recuperen el poder de decidir, alejándose de la visión paternalista que durante años las ha acompañado. Su objetivo es que cada decisión esté sustentada en la evidencia, el acompañamiento y la confianza, no en el miedo o la inercia. “Durante mucho tiempo se ha infantilizado a las mujeres, como si el embarazo anulara su autonomía. Por suerte, eso está cambiando, pero aún nos cuesta hacernos responsables de nuestras decisiones. Es más fácil que alguien decida por ti… pero la verdadera seguridad viene de decidir informada, con acompañamiento y evidencia”, destaca Marisol.

Esa filosofía atraviesa todos los servicios del proyecto: desde las consultas -presenciales, online o a domicilio- hasta los talleres y los programas de acompañamiento continuo. Parteando acompaña a las familias desde la búsqueda del embarazo hasta el posparto, ofreciendo preparación al nacimiento, orientación en lactancia y apoyo en los primeros días en casa. Todo con una premisa clara: que las familias nunca se sientan solas.

El acompañamiento continuo y la comunidad

Uno de los pilares más innovadores de su trabajo es el programa de acompañamiento mensual, una suscripción que combina seguimiento por mensajería, encuentros grupales y materiales exclusivos. “Lo llamaba en broma el ‘Netflix de la matrona’, aunque ahora digo que se parece más a ChatGPT”, ríe. “Lo que más me gusta es poder estar al otro lado siempre que me necesiten, y ver cómo las mujeres se acompañan también entre ellas”, añade.

Además, ofrece talleres tanto presenciales como online sobre cuidados del bebé, primeros auxilios pediátricos y preparación a la lactancia: “Nos preparamos muchísimo para el parto, que al final es un día, pero muy poco para el después. En los talleres hablamos de lo que pasa al llegar a casa, de cómo cuidar al bebé, pero también de cómo cuidarse como familia”.

Marisol insiste en un aspecto que a menudo se olvida: el plan de postparto. “Es fundamental hablar en pareja de límites, visitas y autocuidado. Prepararse para ese momento ayuda a seguir siendo un equipo incluso en medio del cansancio”, afirma.

La emoción de acompañar vidas

A pesar de la exigencia del trabajo, Marisol asegura que no ha perdido la emoción. “Espero que nunca deje de impresionarme lo que somos capaces de hacer las mujeres. Ver nacer sigue siendo increíble. La fuerza, la valentía y el amor que se concentran en ese momento son indescriptibles. Pero si algo me llena es el agradecimiento. Cuando una familia te da las gracias, te escribe meses después o te dice que se acuerda de ti con cariño… eso no va en el sueldo, pero es lo que da sentido a todo”, afirma con orgullo.

Entre las muchas historias que guarda, recuerda con especial ternura la de una pareja que acompañó desde la búsqueda del embarazo hasta el nacimiento de su hija. “Verlos volver ahora a un taller, con su pequeña en brazos, es un cierre precioso”, añade.