TIEMPOS REVUELTOS

Quienes pensábamos que ya lo habíamos visto todo en el PSOE, nos quedábamos a cuadros viendo la trifulca del PSM y cómo se están desarrollando las cosas. Aquí hay lío para rato. No seré yo la que haga una valoración de lo acontecido, ya que siempre respeté las decisiones  de la dirección del partido, me hayan gustado o no, y porque si realmente nos parásemos a hablar todos y todas los que formamos este partido, apaga y vámonos.
Pero sí me repatea que se siga hablando de “barones” a estas alturas, cuando la militancia hemos dado nuestro apoyo a los secretarios generales y porque un partido pionero en la igualdad no debe continuar vinculando al hombre con el poder. Además, nuestro partido cuenta, por suerte, con un número nada despreciable de mujeres ocupando cargos orgánicos de relevancia.
Es evidente que no nos hace ningún bien que todo esto salte a la luz pública, sobre todo cuando tenemos a menos de cien días unas elecciones municipales, pero también se me plantea una pregunta: ¿Quién no tiene derecho a una defensa, a defender su honor y su verdad? Pues creo que todos lo tenemos, y quizás muchos estemos hartos de que nos pisen y se hagan valoraciones sin fundamento o sólo basados en la palabrería de alguna lengua viperina que lo único que busca es, perdonen la expresión, “salvar su culo”.
Oía decir el otro día a un contertulio que el PSOE se iba al traste, que en él habían recalado personas con ideología muy distinta a la que debe defender estas siglas y, sinceramente, me costó escucharlo cuando somos muchos los que luchamos día a día para que este panorama político cambie, entre otras cosas, porque el daño que ha hecho esta mayoría absoluta del PP a este país es brutal y costará muchísimo devolver todos los derechos y servicios logrados.
Y todo esto, en nuestra caída libre, vemos a diario concentraciones pidiendo que se adeuden nóminas, que se paren despidos, o lo que más me impacta, enfermos que reclaman una medicación para sobrevivir, o como Aspaneps, una entidad que trabaja en programas de salud mental con niños que ven cómo merman las ayudas. Estas cuestiones sí  son las que deberían estar todos los días reivindicándose, porque quien no mira por algo fundamental como la salud o el trabajo no debería ocupar ningún cargo de gobierno, porque cuando se priva a la gente de sus derechos, como decía un amigo, que pase el siguiente.

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