Y todo por una camiseta de color rosa

Flipo en colores con la polémica surgida con motivo de la carrera de la mujer que se disputará este domingo en A Coruña, cuya recaudación irá destinada a la lucha contra el cáncer de mama. Esta tormenta municipal, sigo flipando, viene dada por el color rosa de la camiseta que lucirán las féminas, así como diferentes obsequios que la organización hace a las participantes y que la titular de ¿Igualdade? e Diversidade del Ayuntamiento coruñés, la feminista Rocío Fraga, considera sexista. 
Con sumo respeto, me sorprende que una mujer de su categoría llegue a esta conclusión. O quizá, hubo necesidad de consenso en una Marea, que, de seguir por este camino, puede hacer aguas en cualquier momento. Es posible que tuviese un mal día derivado de su cargo, nervios, ansiedad…. Pero no se preocupe, nos pasa a todos y a veces tomamos decisiones que a la larga lamentas una y mil veces. 
Tampoco descarto que con el compromiso de su cargo en estos tiempos tan complejos y surrealistas en cuanto a política se refiere, se le pudiese haber ido la mano inconscientemente. Como su obsesión hacia Inditex, firma a la que tacha de “grupo imperialista” en una actitud posiblemente agresiva, lo que me hace sospechar cierto resentimiento, y que si lo desea, nos podría desvelar. De igual modo que algunas personas necesitan alzar su voz para poner cordura en tanta sinrazón. 
Luci no comparte su concepto de sexista cuando 6.000 mujeres se unen en una iniciativa solidaria y lo que más importa en el ayuntamiento coruñés es el color de una simple camiseta. Para Jota, un hombre curtido en el deporte, le plantea que su capricho dice muy poco de su personalidad y cometido en una lucha en la que usted, no lo olvide, es mujer y que por lo tanto debería ser más sensible a la hora de valorar las buenas intenciones de quienes sólo quieren correr y pasar una jornada agradable. 
Todavía hay más. Antía piensa que no parece usted una mujer de este tiempo y entiende que su pataleta es una chorrada descomunal. Por último, una abuela curtida en mil batallas, es debutante. Y lo hace con la satisfacción de que, con su esfuerzo, aportará su granito de arena en la investigación del cáncer. Y se pregunta si va a participar usted. ¡No llevará camiseta rosa! Y esto ya es cosecha propia. No olviden en María Pita que, con este espinoso asunto que no lleva a ningún lado, están poniendo en juego 6.000 votos para su partido. Piensen en ello. 

Y todo por una camiseta de color rosa

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