Toca reinventarse

La marcha de Gaizka Garitano, víctima de sus propios errores y ocho meses después de llegar al club coruñés, estaba cantada. El bochorno de Butarque ante el Leganés (un 4-0 que ridiculiza) ha sido la gota que ha colmado el vaso y mantener al técnico vasco en el banquillo no tenía sentido ninguno visto el rendimiento que el equipo tiene en la competición tras haberse disputado ya la jornada 24 y el club coruñés, que todavía tiene un partido pendiente con el Betis en Riazor, lucha en la actualidad por evitar el descenso.
Su suerte ha cambiado para mal. Hubo un tiempo en el que incluso sin conseguir victorias, el resto de los equipos en situación de vértigo, favorecían con sus resultados negativos las aspiraciones de los deportivistas. Pero eso es ya historia y conforme avanza el curso, esos clubes han ido despertando y sumando puntos que les han llevado a concentrarse en un futuro más esperanzador. Pero aquí, en el Dépor, considero que se ha tardado excesivamente en tomar decisiones drásticas. Pero, por fin, en el club de la Plaza de Pontevedra le han visto las orejas al lobo y abordan una nueva etapa con la contratación de Pepe Mel. El madrileño, que lleva un año en blanco y al que le deseo toda la suerte del mundo, sale beneficiado de un ramillete de ilustres como Schuster, Manzano y Turu Flores. No es fácil la labor que se le presenta al nuevo titular del banquillo del Deportivo. Pepe Mel es un viejo zorro futbolero que conoce muy bien las idas y venidas de los futbolistas y aunque en su curriculum abundan, como es lógico, transiciones positivas y negativas, al Dépor le hace falta reinventarse de forma urgente en una competición donde mandan los resultados y que se ha complicado de forma denigrante e intolerable. No ganar todavía fuera de Riazor es un lastre que cuesta superar a una plantilla, que no es el Dream Team precisamente, pero que tocó fondo en su rendimiento y donde jugadores considerados clave, deberían mirarse al espejo y hacerse examen de conciencia. Es hora de levantar el vuelo y para ello, creo que resulta esencial perder el número de puntos menos posible en Riazor por donde todavía faltan por pasar todos los grandes. Ayer lo hacía el Atlético (a la hora de escribir este comentario desconozco el desenlace del partido), luego vendrá el Barcelona, Celta, Granada, Málaga, Real Madrid, Espanyol y la UD Las Palmas para cerrar la Liga en Riazor si el temporal y las cubiertas del estadio lo permiten. Toca ponerse las pilas.

Toca reinventarse

Te puede interesar