SOLO VALE GANAR

Urge la victoria mañana frente al Levante, el último de la fila en Primera División. Estamos con lo de siempre. Con lo de todas las semanas. Con los mismos problemas de siempre. Con una campaña en la que, jornada a jornada, es como si el equipo se fuese descomponiendo de forma incomprensible. Con las mismas necesidades. Con las mismas urgencias. Con los mismos desbarajustes. Estamos a seis puntos de la zona de descenso. Atrás quedan otros tiempos donde, felizmente, quizá de forma incrédula, mirábamos sorprendidos hacia los puestos altos de la tabla. Era cuando nos divertíamos. Partidos donde gozábamos con las victorias. Donde había todo tipo de recursos para salir de situaciones de alto riesgo. Había talento. Había trabajo. Había goles que valían tres puntos. Había sueños. Los mismos que ahora se han desvanecido por arte de magia y de forma incomprensible. Y así hemos llegado a una situación preocupante, aunque los hay que piensan que esto es una tormenta pasajera y que pronto aflojará. 
La única realidad es que el Deportivo ha perdido el norte y que le quedan nueve jornadas (cinco en casa) para recuperar su credibilidad. Estamos a tan solo seis puntos del descenso, que ahora ocupa un Getafe que todavía pasará por Riazor. Lo bueno del fútbol es que hoy lo ves todo negro y mañana todo puede ser de color de rosa. Insisto. Hay que vencer al Levante. De no ser así, al Depor le puede caer la del pulpo. 
Cuando escribo estas líneas, recuerdo la visita del Granada a Riazor. También era el colista. Nos las prometíamos muy felices y los andaluces nos acabaron pintando la cara. Nos fuimos a Bilbao y nos perdimos en el nuevo San Mamés. Llegó el Málaga y somos de los pocos equipos que hacemos tres goles en casa y no ganamos. Luego, la pantomima del Calderón. Víctor no fue valiente y dio el partido por perdido antes de comenzar. Sí, ya sé que cada partido es diferente. Conozco sobradamente esa letanía. Pero la realidad es que llevamos sin ganar desde que nos visitó el Eibar allá por el 19 de diciembre de 2015 con goles de Arribas y Lucas. El coruñés cumplía su séptima jornada consecutiva haciendo goles e igualaba esa marca con el mítico Bebeto. Fue como una maldición. El Depor no volvió a ganar y Lucas se pasó luego cuatro jornadas seguidas sin hacer un gol. Estoy desconcertado por ese monstruo que parió esta crisis de resultados y que, de no remediarse, tiene billete al infierno. Es lo que hay. 

SOLO VALE GANAR

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