Selectividad en femenino

junto con Castilla y León y Aragón, Galicia ha resultado ser una de las pocas comunidades –tres– que en las recientes pruebas de selectividad ha situado a un chico en cabeza. En las otras catorce han sido chicas quienes han logrado la máxima nota. En Cataluña, empatadas en cabeza, las cuatro mejores calificaciones tienen nombre de mujer. En Asturias, entre los diez mejores sólo ha habido un chico. Y en Navarra, dos.
En la tanda de nacidos en el último año del siglo XX se reafirma así la tendencia de los últimos tiempos: aumenta el número de mujeres que se presenta a las pruebas de acceso a la Universidad; aprueban en mayor medida que los chicos; sus notas son más altas como corresponde a sus mejores expedientes de Bachillerato y, sobre todo, dominan la excelencia.
¿Por qué así? Con carácter general, ellas mismas se autodiagnostican: “somos más previsoras y organizadas, estamos más concienciadas de lo que queremos, decidimos con tiempo y nos preparamos para ello desde más temprano que los chicos”. Y, a juicio de orientadores y profesores, ellas ponen toda la carne en el asador: estudian mucho más, hay menos absentismo, tienen más clara visión de su futuro y si no la tienen, se preocupan; ellos están más perdidos.
Y así es a pesar de que, según han puesto de manifiesto varios estudios, a las alumnas les pasa factura mayor la presión externa. De hecho, sacan peor nota en selectividad que la media de su expediente, lo cual podría derivarse de que afrontan la prueba con más ansiedad y ello afecta a su rendimiento.
En términos generales, las notas han sido este año más bajas. Tal vez porque hasta bien entrado el curso centros y examinandos no han tenido muy claro en qué iba a consistir la nueva selectividad. Por otra parte y como novedad en positivo, ha destacado la mayor opción entre las chicas por las ingenierías y carreras tecnológicas, que rompen de esta manera la tendencia en contrario que se venía registrando.
Galicia, como decía, ha sido rara excepción en el dominio femenino de las mejores notas, con un chico de un colegio privado compostelano en la pole position. En cuanto a los centros con más de cincuenta alumnos presentados, públicos y privados se repartieron por igual los diez primeros puestos de la clasificación.
Aquí, los examinados se han quejado –ya es un clásico– de la “puntuación cruel” que reciben en Gallego. Y ha seguido viva la polémica sobre la falta de equidad de un sistema de distrito único que prima a alumnos de comunidades que sistemáticamente puntúan alto en el Bachillerato –60 por ciento de la nota de Selectividad– y que luego tanta influencia tiene en el acceso a determinadas titulaciones con exigentes notas de corte y escasa oferta de plazas. En este punto algún ajuste –reclaman– sería necesario.

Selectividad en femenino

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