Fuga de talento

omo bien se sabe, la migración altamente cualificada (MAC) o,  si se prefiere, la fuga de cerebros o fuga de talentos es la emigración a otras naciones de profesionales y científicos formados  en su país de origen, impulsados principalmente por la falta de oportunidades de desarrollo de sus áreas de investigación, por motivos económicos, calidad de las instituciones o regímenes de vida, y en las más de las veces sin regreso.
No es un fenómeno ni mucho menos nuevo, pero sí en auge como consecuencia de la globalización y de la gran crisis económica de hace unos años, al que se le van poniendo y actualizando cifras. Es lo que, a instancias de la Presidencia rotatoria rumana de la Unión Europea, ha hecho el think tank o instituto de investigación CEPS, con sede en Bruselas, en un reciente informe sobre movilidad laboral dentro de la UE. 
En el documento en cuestión se pone de relieve cómo entre los trabajadores más formados, los italianos y españoles son quienes en mayor medida han cogido sus pertenencias profesionales en busca de oportunidades fuera. Mientras el norte de Europa capta ese talento, el sur no es capaz de hacer lo mismo.
En concreto, entre los años 2007 y 2017, esto es, en plena crisis económica, unos 87.000 trabajadores españoles de alta cualificación (título universitario o grado superior) marcharon a otros países de la UE. Y en la actualidad, casi la mitad de los  cualificados terminan emigrando al extranjero. En el caso de Italia la hemorragia fue mayor.
Para el país emisor se trata enconjunto de una pésima perspectiva. Tanto Italia, como España y Grecia –los tres grandes flujos de partida– se enfrentan así en los próximos años a un descenso potencial de su fuerza laboral en una sociedad por lo demás envejecida. En cambio, los que ganan en esta guerra por captar talento han sido hasta ahora Reino Unido y Alemania, que han acogido a más de un millón de trabajadores cualificados de toda Europa.
Y subrayo por mi cuenta lo de “hasta ahora” porque con la incertidumbre del brexit la situación en las islas ha más que cambiado de un tiempo a esta parte y se han multiplicado los retornos, mientras que en el país centroeuropeo la ralentización económica habrá de hacerse notar antes o después. 
Administraciones diversas  han puesto manos a la obra. En este sentido, el Gobierno de Sánchez aprobó en uno de sus últimos viernes sociales un plan de retorno a España para favorecer la vuelta de emigrantes de todo tipo.  
Y casi todas las comunidades  han hecho lo propio a su nivel territorial, Galicia incluida. Es lo que aquí se conoce como Programa Talento Sénior para impulsar el retorno de investigadores e investigadoras doctores y profesionales de alta cualificación con trayectorias consolidadas en el área de I+D+i. Aunque empezando, en ello se está.

Fuga de talento

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