Día de Caridad

Como ya viene siendo habitual, en la festividad  hoy del Corpus Christi,  Cáritas Española  celebra el Día de la Caridad. Y  lo hace bajo el lema “El poder de cada persona. Cada gesto cuenta”. Se trata de una convocatoria que este año tiene un sentido diferente y especial, marcado inevitablemente por los profundos efectos sociales, sanitarios y económicos derivados de la Covid-19. 

La pandemia mundial está suponiendo dentro y fuera de España un auténtico reto organizativo  para la Confederación Cáritas, que se ha volcado en prestar acompañamiento de emergencia a cientos y cientos de personas en grave situación de precariedad. 

Tal como ha puesto de relieve la propia  ONG de la Iglesia católica española para la acción caritativa y social, la enfermedad, la muerte y el obligado aislamiento han dejado paso, en efecto,  a la inseguridad económica y laboral, a la falta de recursos básicos, a la pérdida de empleo o a los ERTEs. Y como consecuencia de todo ello, ha emergido  una sociedad mucho más frágil y vulnerable, con una hoja de ruta más llena de incertidumbres que de certezas.

Pero a pesar de todo y en medio de tal fragilidad,  se están viendo brotar de forma libre y desinteresada miles de gestos solidarios  sin esperar nada a cambio, de forma que la experiencia vital de estos meses ha empujado a muchos a posicionarse en lo comunitario y en priorizar el bien común.

Así las cosas, este Día de la Caridad en plena pandemia debe servir para reforzar el reto que la Iglesia y la comunidad cristiana tiene de acompañar y cuidar la fragilidad y cultivar la solidaridad emergente, de forma que no se quede sólo en  una reacción ante la amenaza compartida, sino en una nueva forma de ser y estar en el mundo.

Esta es la clave del lema de este año: el poder que tiene cada persona y  lo que cuenta cada gesto. Es el objetivo al que se dirige la invitación de Cáritas: crear comunidades inclusivas y espacios de acogida donde cada uno se puede sentir como en su casa, formadas por personas que realizan gestos sencillos, cotidianos, gratuitos, cargados de amor y de esperanza, capaces de reconstruir la vida. Una invitación, en definitiva, a hacernos “activistas de la caridad”. 

¿Y cómo? Cáritas sugiere algunas actitudes al efecto: 
** Comparte tu viaje, el camino cotidiano de tu vida con los demás. Conversa, sonríe, ayuda, agradece y bendice a los que se cruzan en tu vida.
** ¡Enrédate! Seguro que puedes hacer algo por los demás. Y si tienes posibilidad de comprometerte en algún voluntariado, es el momento de dar el paso. Hay mucho que hacer. Involúcrate. 
** Revisa tu estilo de vida. Elige una más sobria y sencilla. Entre todos podemos hacer que la vida en común sea más sostenible, solidaria, saludable y espiritual, en armonía con el Creador y todas sus criaturas.

Día de Caridad

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