El PSOE de mayor quiere ser mareante

El Partido Socialista ha tomado una decisión: dejar caer a la ciudad. Ha tenido su oportunidad de contribuir al rescate, pero ha dejado que se le escurra entre los dedos. Con su inacción, los socialistas vuelven a ponerse del lado del populismo entregándole, por segunda vez en menos de dos años, las llaves de la ciudad a Xulio Ferreiro. Lo que las urnas no le dieron se lo ha regalado, de nuevo, el socialismo más depauperado de la historia de la ciudad.
¿Y ahora qué? La renuncia del PSOE a dar un golpe de timón a la errática trayectoria que conduce a nuestra ciudad hacia el abismo es una estocada definitiva a las esperanzas de miles de coruñeses. La ciudad ha perdió un mes. Una ocasión de volver a engancharse a la locomotora de Galicia y de situarse en el lugar que siempre ha ocupado por derecho propio. A partir de ahora, la Marea tiene las manos libres para hacer lo que le venga en gana, pues es de suponer que la renuncia del PSOE a actuar en consecuencia es el inicio de un largo y lastimoso silencio cómplice. Tendrá difícil explicación en los próximos dos años cualquier intento del grupo municipal socialista por plantear cualquier simulacro de oposición- El proyecto de la Marea de arruinar las esperanzas de A Coruña se encuentra ahora con el camino despejado. Es legítimo. Si la conciencia se lo permite, al PSOE le queda un largo camino con la cabeza gacha y el bochorno de soportar un gobierno que les pide como prenda la cabeza de uno, de una, de los suyos.
Afortunadamente, el velo es traslúcido, casi transparente. Es un cristal que no logra ocultar la triste realidad: a la ciudad sólo le queda resistir. Con la misma prisa que en mayo de 2015 le firmaron un cheque en blanco a Ferreiro ahora le cuñan la patente de corso. Lástima de proyecto. En Ferrol el sectarismo sobrevive gracias al transfuguismo. En A Coruña lo hace por obra y gracia de la desidia de un partido que hace tempo que busca el norte.
Esta dejadez va a permitir que la Marea saque adelante unos presupuestos dolorosos. Unas cuentas que van a dejar temblando a nuestras asociaciones, a nuestras entidades deportivas y a quienes necesitan como el aire el apoyo del Ayuntamiento. No tiene sentido retirarle la confianza a quien no se la ha merecido para, a renglón seguido, dejar que pase el agua sin mover la piedra del molino. De lo que pase a partir de ahora es responsable directo el socialismo coruñés.
El nuevo escenario político de María Pita nos plantea un desafío al que no vamos a renunciar. El Partido Popular se ha quedado solo como alternativa seria y responsable. Seguiremos denunciando que la ciudad cae en picado y defendiendo que necesita un rescate urgente. El Partido Socialista ha decidido abandonar. Esperemos que en el futuro se unan en los temas estratégicos de ciudad.
* Rosa Gallego es portavoz municipal del PP
 

El PSOE de mayor quiere ser mareante

Te puede interesar