El gobierno de Xulio Ferreiro es un espejismo

Por definición, un espejismo es una ilusión óptica causada por un proceso físico, tras la cual no hay realidad. Encaja exactamente con lo que es la Marea. Un puro espejismo que coloca al borde del ridículo a sus actores. Mientras, Xulio Ferreiro anda todavía buscando de dónde viene  el huracán que le ha soplado 8.000 votos del mapa electoral.
Detrás de Ferreiro no hay realidad. Y la poca que se puede adivinar en la lejanía no pasa del intento siempre fallido. El hombre que solo acertaba cuando rectificaba. Hagamos balance: en apenas dos semanas al alcalde le han colado el proyecto para Alfonso Molina que negó hasta la saciedad –y menos mal que Fomento conserva la sensatez y tiene una paciencia infinita–, se le ha caído la reforma de la ordenanza de la ORA porque cometen errores en sus artículos y se le cuelga el vivero de empresas del Papagayo porque es incapaz de dialogar y llegar a acuerdos con el resto de grupos. No sabe qué hacer con el transporte metropolitano y vuelve a mentir poniendo a prueba de nuevo la paciencia de la Xunta. Mientras el paro desciende en todo el país y la recuperación empieza a asomar por el horizonte, A Coruña sigue perdiendo fuelle y quedándose atrás en el tren del crecimiento. Y, una vez más, el Gobierno local se planta en un pleno sin un miserable acuerdo efectivo, un problema solucionado, que llevarse a la boca. ¿Es que no huelen el hartazgo y la desilusión que se ha instalado desde Monte Alto a Palavea? 
En el grupo municipal del Partido Popular hemos decidido decir basta. Estamos hartos de que el señor Ferreiro se ría de la ciudad. Se burla de esta Coruña que otros llevamos tan dentro votando a favor de la urgencia de mociones que luego respeta solo si afectan a otras administraciones. Así, llevamos ya más de un año perdiendo el tiempo miserablemente en discusiones y ponencias que no van a ninguna parte cuando se trata de temas que afectan al Gobierno local, porque no les da la gana. Y lo que es peor: presumen de ello.
En junio lo dejaron muy claro, votando en contra de una moción en la que se pedía que se cumpliesen las mociones aprobadas. En julio lo han rematado. Es evidente que, en tiempos de turbulencias y resistencia a la autoridad de las urnas, los problemas que preocupan a los coruñeses han desaparecido del debate. El PP no juega a este juego. Llamaremos a la puerta de la Valedora do Pobo y llamaremos a cuantas más sean necesarias para sacar a la ciudad de su parálisis ya endémica.
Porque lo que no va a conseguir la Marea es que nos pongamos de perfil. Viven felices con la complacencia de sus socios socialistas y del BNG, que votan por un lado pero silban por el otro mientras miran a un techo cada vez más lejano. Nosotros no nos vamos a quedar quietos. No es nuestro estilo. Tendrán noticias de diez concejales a los que A Coruña sí nos importa. Y mucho. 
* Rosa Gallego es portavoz municipal del PP

El gobierno de Xulio Ferreiro es un espejismo

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