GRECIA, CÓDIGO ROJO

Juncker miente como un bellaco, trata de salvar el trasero tras su incompetencia como moderador de intereses contrapuestos. Los griegos son llamados a consulta para opinar y decidir las propuestas de la Troika. Creían que con la bota de Merkel sobre la cabeza de los griegos podrían lograr algo. Todo un canto a la intransigencia.  
Es discutible la habilidad o torpeza en el método del tándem Tsipras-Varufakis, aunque todo hace indicar que han improvisado con la creencia de que enfrente había negociadores. Fue un error, ya que al otro lado había personajes con cuentas pendientes. Son rehenes de su estulticia, personajes que viven a 11.000 metros de altura y sus zapatos no conocen el barro.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y sus cuentas pendientes con el ministro griego por el trato despectivo recibido en Atenas. El presidente del BCE, Mario Draghi, antiguo alto ejecutivo de Goldman Sachs, que hasta 2005 ayudó al Gobierno conservador griego a ocultar su deuda mediante artificios financieros. Christine Lagarde, presidenta del FMI, rehén de su soberbia y que se sienta en la mesa con las manos manchadas de rencor. Está acusada por la justicia francesade trato de favor al conceder 400 millones al empresario Bernard Tapie de manera irregular. Al fondo, entre bastidores y muñidor del fracaso de esta no negociación, el ministro alemán de Finanzas, personaje de oscuro pasado que dimitió en 2000 de sus dos cargos como portavoz y presidente del CDU, acusado de financiación ilegal. A nivel doméstico De Guindos, ejerciendo de lazarillo y candidato al NO puesto en la UE. Estos son los encargados de velar por Europa y sus ciudadanos. Tales ineptos desconocen que negociar es el arte de ceder en lo accesorio para lograr lo fundamental.
¿Se imaginan un corralito en Asturias en el ámbito español? Exactamente es lo que ocurre a nivel europeo. La plaza Sintagma en efervescencia, los cajeros colapsados y el pueblo al borde de un ataque de nervios. Hablamos de seres humanos, de un país con una población en la miseria. Nadie tiene autoridad para empujarlos. ¡No en nuestro nombre! Los acontecimientos se precipitan y los próximos días decidirán el futuro de Grecia y, por ende, el de la UE, quizás como ente fallido.  
Confiemos en que aspectos fundamentales de carácter geoestratégico hagan sopesar la situación a los “señores de la guerra” y tengan en cuenta que Turquía es la trinchera, pero Grecia es la última frontera. Europa es Grecia, allí nació el continente, en un tiempo lejano en el que los bárbaros ¡se comunicaban por señas...

GRECIA, CÓDIGO ROJO

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