ANAFALBETOS SANITARIOS

Así “llovía” esta mañana en el nuevo hospital de Vigo, relataban los titulares de la prensa de Galicia. La chapuza nacional. Alguien se está haciendo de oro. Va siendo hora de pararles los pies a estos “analfabetos sanitarios” que ni dirigen consellerías ni son capaces de gestionar puestas en marcha de edificios de uso público. Es “insostenible” la torpeza de una conselleira a la que le “llueven” las críticas y como respuesta acusa de analfabetismo sanitario y da un curso de “sostenibilidad” para tratar de enmascarar su patética intervención en sede parlamentaria. Una norma no escrita del Gobierno de Feijóo establece que cuando las protestas arrecian toda culpa es imputable a la ciudadanía, que por manifestarse incluso la califican de irresponsable. El gerente del área sanitaria del HAC rechaza las denuncias y cuestiona el trabajo de los periodistas: matar al mensajero. Errar es humano, pero la cerrazón y el enroque sólo es estulticia por parte de quienes lo provocan.
El hospital Álvaro Cunqueiro fue inaugurado de puntillas en pleno verano. Feijóo vendió la idea de modelo sanitario más eficiente. Nada nuevo, viejos modelos que apoyan la intervención de empresas privadas con el eufemismo de la “externalización”, mala copia del estilo Madrid y Valencia, con resultados desastrosos y un deterioro progresivo de la atención sanitaria. Modelo “marca” de la derecha que prioriza privatizaciones en sectores estratégicos que no pueden estar sujetos a criterios exclusivos de beneficios.
Personal sanitario del nuevo hospital presenta denuncias en el juzgado, tras cada turno, por falta de medios y personal. Radiología no está preparada para dar servicio a los usuarios. El Gobierno gallego reconoce, ahora, la presencia del hongo aspergillus que antes negó y anuncia que el traslado de pacientes se reanudará el próximo lunes. “A lo mejor –señalaba Carmen Acuña del PSdG– se llevó el aspergillus de casa”. A todo ello la Xunta es denunciada ante la Fiscalía por “homicidio imprudente” de la paciente fallecida por un hongo “fantasma”. El personal de Urgencias alerta que el traslado se realiza con media docena de salas sin abrir, con el TAC sin instalarse y el “camión” para resonancias funcionando fuera del hospital. Uno de los carriles de acceso al HAC se ha convertido en párking improvisado. La falta de aparcamiento gratuito deja la imagen de decenas de vehículos estacionados en plena vía. Los límites de lo admisible se han sobrepasado, tanto que el alcalde de Vigo, Abel Caballero,  invitó a la ministra Pastor a que “defienda a la ciudad” porque de momento “no dijo esta boca es mía”.
Más de 200.000 personas lo manifestaron en la calle y más de 600.000 habitantes afectados por una gestión nefasta, con intereses ocultos y espurios. La conselleira de Sanidad, Rocío Mosquera, ha sumado los méritos suficientes para ser cesada, su gestión sometida a una comisión de investigación, aclarar el desfase presupuestario –de 450 millones a más de 1.400 millones– y por encima de todo es merecedora del título honorífico de analfabeta sanitaria. 

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