¿Imbéciles y buenos hijos?

¿Se puede ser un imbécil y, simultáneamente, un buen hijo? El interrogante, suscitado sin pretenderlo por el defensor de tres de los miembros de La Manada, tiene más calado de lo que a primera vista pudiera parecer, pues señala, bien que con particular rudeza, la abundancia de complejos dilemas que nos depara la actualidad. ¿Se puede ser un imbécil, tres imbéciles en el caso que nos ocupa, y ser un buen hijo, o sea, tres? Según el famoso e inquietante abogado de los acusados de la violación múltiple de una joven de 18 años en los Sanfermines, sí, pero, ¿qué más da, si no se les ha juzgado ni por presuntos imbéciles ni por presuntos malos hijos?
Con lo de que sus defendidos a lo mejor son imbéciles, o patanes, o primarios, el letrado de marras busca, como es natural, mejorar la condición de violadores que les atribuye el Ministerio Público y la acusación, pero se hace raro que considere que la imbecilidad, la patanería y el primitivismo excluyen de raíz la compulsión violadora, y más, si cabe, que la aplicación al presunto imbécil de la condición de buen hijo termine de disipar cualquier duda al respecto. Pero se trata, en fin, de su libre estrategia de defensa, una estrategia que también en otros aspectos, como el de la contumacia en el descrédito de la víctima, pudiera no proporcionarle el éxito del que se manifiesta tan seguro.
Pero no faltan, como decía, interrogantes y dilemas disparatados en la hora presente, bien que no tan lesivos para la sensibilidad de las personas moralmente sanas. Por ejemplo: ¿Se puede ir de friki y, al mismo tiempo, de presidente legítimo de la Generalitat? U otro: ¿Se puede ser una política lúcida y sensata y, simultáneamente, que nadie te haga el menor caso en tu partido? Según Carles Puigdemont y por la parte que le toca, sí, sí puede, y no solo puede sino que amaga con seguir pudiendo tras el 21-D. Según Bescansa y por la suya, su razonable proyecto constitucional, creo que se limita a ir asumiendo que más vale estar solo que mal acompañado.
¿Se puede ser un imbécil y, a la vez, un buen hijo? Qué más da.

¿Imbéciles y buenos hijos?

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