Viernes-lunes

¿Quieres algo para el lunes? Tres aeropuertos, apenas a 90 kilómetros uno de otro. Todos sabemos que los tres son innecesarios que el dispendio público ha sido enorme. Que nos suben el IVA para justificar que siempre están haciendo algo por nosotros, en definitiva, que el mundo se mueve y que nosotros debemos de leer libros de autoayuda. Cada aeropuerto con su negocio cautivo dispuesto a demostrarte que los buenos refrescos son a tres euros y pico y que los cafés solo los puedes tomar en ese único lugar donde el capitalismo se vuelve un carcelero y tú un preso pasivo, sobre todo si afuera hay una tormenta. 
Acristalados, dispuestos a esperar tres horas: Vaya con suficiente tiempo al aeropuerto, siempre hay que solucionar cosas y sobre todo hacer gasto. Hoy es un viernes-lunes, este año han caído así las navidades, éstas escondieron entre sus días una cierta tristeza en las calles. 
El ascensor del aeropuerto solo tiene dos idiomas el castellano y el inglés, el gallego solo es de Galicia y Lavacoia es un espacio cósmico con idiomas internacionales, es como si fuera una “nación” aparte. Doniños parece volar en este viernes lunático y contra el cristal se escucha una canción “Ruins” de Cat Stevens o Yusuf Islam como se hace llamar ahora: “Estás aquí parado viendo las ruinas de la vieja ciudad”, una canción de cristales y de lluvia. 
Es verdad que una canción adquiere un cuerpo cuando se canta y nos hace más resistentes. Estos días me dan la oportunidad de adentrarme en ellas y renacerlas de nuevo con sus letras, parece una canción escrita para Ferrol, con la melancolía del mar y de las despedidas. 
Ruinas mezcladas con las sirenas de los bomberos, las escuchamos dirigiéndose a Ferrol Vello, símbolo de nuestra ruina, del olvido del mar y también de nuestras canciones. Son canciones prestadas por los que han sido, esa tradición oral es un cuerpo prestado que a veces nos queda como un guante. 
El aeropuerto de Santiago, como ahora casi todos, no tienen canciones, porque no son sitios y ningún cuerpo espera allí para regalárnoslas. Solo las personas que van y vienen nos traen cantos y palabras.

Viernes-lunes

Te puede interesar