Estocolmo fue el “colmo”

Al digital, me refiero. Espectacular despliegue tecnológico con un escenario de “ciencia ficción” en el Globe Arena de Estocolmo, donde se celebró una nueva edición del Festival de Eurovisión. Ya habían avisado que el escenario “sería “un espacio innovador nunca antes visto, con fondos LED que hará preguntarse a la gente si eso que está viendo es posible”. Fue “¡la repera!”  ver a los artistas moverse por dentro del llamado “wall LED”. Impresionante este escenario sin límites plagado de ilusiones ópticas. 
Entrando en el cogollo musical, el certamen mantuvo una sobriedad poco común en él, en cuanto a las interpretaciones de las canciones, de muy estimable calidad, que los artistas, en general, cantaron huyendo  de lo festivo y grotesco, mayoritariamente en inglés, que parece haberse convertido en el idioma oficial. La representante española estuvo vocalmente bien, defendiendo la canción “Say Yay!” con una actuación enérgica y optimista que mereció una cerrada ovación de los eurofans asistentes, lo que hizo pensar que andaría, por lo menos, por la zona templada de la clasificación. Pero ya se sabe que los votos eurovisivos tienen tendencias al “cachondeo” por muy serios que aparente ser. Al final Barei se volvío a “caer” esta vez el decimosexto lugar en las votaciones del jurado y solo la 23 de 26 en el televoto. 
Al final ganó Ucrania con la canción “1944” de Jamala, que supero a Australia en las votaciones del público en una remontada proporcionada por el nuevo sistema de votos aplicados este año en el festival. Una victoria que provocó una guerra, ya que esta canción es una balada dedicada a los tártaros de Crimea, que sufrieron deportaciones masivas aquel año por orden del estalinismo. Pese a que Rusia protestó oficialmente al entender que la canción violaba la norma que no permite temas con contenido político en el concurso, Ucrania logró el visto bueno de los organizadores y finalmente ha conseguido alzarse con el triunfo. La guerra fría, al final, calentó el festival del que se marchará presumiblemente Rusia.

Estocolmo fue el “colmo”

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