Una imagen para sacar los colores

Todo surgió de una imagen que Marco Antonio se encontró en las redes sociales, una imagen desoladora e impactante, acompañada de una frase “Qué pena que en diez metros haya tanta suciedad”. Esa imagen y esa frase calaron en la conciencia de Marco Antonio, un vecino de Vilaboa harto de ver cómo año tras año nadie hace nada por sanear una Ría que cada vez está más descuidada, sucia y contaminada. Harto de ver cómo la descoordinación entre administraciones y la dejadez de los políticos ha sido bochornosa. 
Los informes de la Unión Europea y los viajes de parlamentarios que no daban crédito a lo que estaban viendo provocó que las administraciones nacional y autonómica por fin se moviesen y parece que por primera vez haya un atisbo de esperanza para llevar a cabo el urgente plan de saneamiento de la Ría.
Pero Marco Antonio ya no espera más, sabe que con los lodos él no puede, pero esa imagen, esa imagen que se encontró en las redes sociales en la que se veían  bolsas de basura atadas, botellas de camping gas, de agua, latas, filtros de aceite y demás porquería, todo concentrado en una pequeña lagunita que hay en la Ría do Burgo, lo han llevado a planear la iniciativa que será sin duda el centro de todas las miradas este sábado. “Todo eso yo lo puedo limpiar, así que guantes y manos a la obra”. Y así se encontró de la noche a la mañana con un desbordante apoyo de cientos de personas que acudirán este sábado a su llamada, a las 13:00, aprovechando la marea baja. El objetivo es limpiar la Ría y dar un toque de atención a aquellos que incomprensiblemente no se han puesto de acuerdo para salvar un entorno con unas condiciones naturales del que podrían vivir más de mil familias mariscadoras.
Marco Antonio no quiere compromisos políticos, no cree en ellos porque hasta ahora no han hecho nada, quiere vecinos, personas, que se impliquen y bajen al lodo, que sumen, que se calcen las botas, se pongan los guantes, cojan las bolsas y a llenar contenedores. El deseo de este vecino es que el sábado aparezcan 20.000 personas, “pero si somos diez, 100, 200, lo que quitemos ya no va a estar”. Pide apoyo de los cuatro ayuntamientos implicados A Coruña, Oleiros, Cambre y Culleredo y que esta iniciativa se escuche también en Bruselas. 
Estoy convencida de que lo va a conseguir. La desesperación que refleja su mirada producto de la impotencia de ver cómo se muere este paisaje, ha creado ya un movimiento en redes, unido a la expectación mediática que ya ha logrado harán seguro que la convocatoria del sábado sea un éxito. Lo será, el movimiento crecerá y el promotor de la idea, al menos, durante unas horas se sentirá un poquito mejor. 
Consigamos que otra imagen, la de los contenedores llenos, la de la cadena humana de voluntarios limpiando la Ría sea un nuevo potente mensaje ya no solo para sacar los colores, que también, para concienciar de la necesidad imperiosa de un acuerdo para llevar a cabo el urgente y necesario dragado de la Ría do Burgo.

Una imagen para sacar los colores

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