¡FÍATE TÚ!

Decía Descartes que los sentidos a veces son engañosos y es prudente no fiarse nunca por completo de quienes nos han engañado una vez. Viene esto al caso porque en los últimos días parece que todos nos estamos teniendo que tragar nuestras opiniones al descubrir que muchas veces lo que parece claro y meridiano no lo es tanto.
Primero nos escandalizamos con Uma Thurman. Las redes sociales no pararon de echar humo con la noticia de que la musa de Tarantino había acudido a la presentación de la serie “The Slap” con el rostro planchado. Hablaban unos de lifting, otros de botox, pero todos en suma coincidiendo en que había pasado por el quirófano con no muy buenos resultados. Tuvo que salir la propia Uma Thurman al paso aclarando que todo había sido resultado de un mal maquillaje y mostrando su rostro de siempre. Por si acaso.
Luego fue el turno de Cindy Crawford, cuando se viralizó una fotografía de la supermodelo tomada en diciembre de 2013 y en donde se la podía apreciar envejecida, con arrugas e incluso celulitis, supuestamente sin ningún retoque fotográfico. Se agitaron entonces las redes con un debate sobre si el paso del tiempo se había cebado con la modelo o si esta se conservaba excelente para sus casi cincuenta años, pero en todo caso aplaudiendo la valentía de no usar PhotoShop. Raude Gerber, marido de la modelo, publicó al día siguiente de la viralización de la foto, otra fotografía de su mujer en una piscina y con un cuerpo tan espléndido como el que lucía en su época dorada.
Ya para acabar, estos días se ha podido ver un meme sobre Jordi Cañas, de Ciutadans, en el que se le destapaba un pasado franquista, posando con bandera y todo. Un montaje que no es nuevo, porque ya circuló en el 2012. Entonces fue el propio Jordi Cañas quien lo denunció como falso y se descubrió que la foto pertenecía a un señor de Ripollet llamado Josep Coma. Ahora es el propio partido a través de su perfil oficial del Facebook el que desmiente este montaje.
Son tres ejemplos, pero hay muchos más. Internet y las redes sociales han supuesto una revolución, aumentando de forma exponencial los canales que nos aportan información. Pero hay que tener cuidado con este caudal informativo, porque no todo es oro. Muchas veces nos convendría recordar las palabras de Descartes y antes de compartir u opinar sobre algo, dudar de nuestros sentidos.

¡FÍATE TÚ!

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