UN SUEÑO HECHO AL FIN REALIDAD

Con el asombroso espectáculo protagonizado por la Marea y sus cómplices en los dos plenos celebrados en María Pita esta semana habría materia de sobra para llenar esta página y algunas más. Pero hagamos un ejercicio de perspectiva histórica y evitemos que los árboles nos impidan disfrutar de la belleza del bosque.
Esta ha sido, “non sen tempo”, la semana de la apertura definitiva y completa del túnel de la Marina y el Parrote. El tiempo y el olvido acabarán arrastrando la treta por la que la Marea dinamitará el calendario fiscal de esta ciudad sin que los coruñeses aún sepamos el motivo real. Tampoco quedará en los grandes titulares de la crónica coruñesa el lastimoso trámite de los presupuestos que hace ya más de tres meses deberían estar en vigor. Tempus fugit, señor Ferreiro.
Pero el reloj de la historia no logrará borrar de la memoria de la ciudad el cambio que supone la apertura del túnel, porque es un hito de ciudad en la medida en que nos mejora la vida a todos. En cuanto la reumática gestión del gobierno logre completar el proceso, A Coruña será otra y será mejor. El jueves se hizo realidad el sueño de un visionario. El sueño de un hombre que apostó fuerte por su ciudad y ganó. El sueño de un político capaz de arrastrar a quienes le acompañábamos a la ilusión de convertir un problema en una oportunidad. Esta semana se ha cumplido el sueño de Carlos Negreira. Ha sido un placer y un orgullo acompañarle en este camino. Gracias.
Dentro de un tiempo, que presumo no será demasiado, A Coruña estará tan acostumbrada a disfrutar de su fachada marítima como hoy lo está ya a utilizar una plaza de María Pita de la que han desaparecido los coches. Esta ciudad ha alumbrado un nuevo corazón que la hace más moderna, reconquistada por los ciudadanos y envidiada por los demás. Hasta quienes hicieron de su oposición al proyecto su razón de ser acabarán disfrutándolo y presumiendo de él. 
Las obras quedan, los hombres se van. El inmenso esfuerzo común que nos ha traído hasta aquí no aguarda más recompensa que la de la satisfacción personal, que no es poca ni de pocos. No fue una decisión fácil, pero el resultado ha merecido la pena y las zancadillas que trataron de minar la ambición del anterior gobierno quedan en el debe de las conciencias de sus autores. Desde ahora confiamos en que los ciudadanos disfruten y valoren este nuevo espacio que se abre para el disfrute de los coruñeses y del que esperamos se convierta en un punto de encuentro para toda la ciudad. Queda aún trabajo pendiente para el actual Gobierno Local de poner en marcha el Plan de Tráfico y el Plan de Ajardinamiento. Ya no hay excusa, toca cumplir con sus obligaciones.
Ojalá la nueva Marina sea un principio y no un final. Quienes sentimos esta ciudad como un proyecto global y común que rezuma vida esperamos con todas nuestras fuerzas que detrás de este logro de todos los coruñeses vengan otros. Que A Coruña crezca y prolifere. Queremos seguir soñando y queremos que nuestros sueños sigan haciéndose realidad. Lo ansiamos, pero –usted me comprenderá, señor alcalde– lo dudamos. Y mucho. 
*Martín Fernández Prado es concejal del PP

UN SUEÑO HECHO AL FIN REALIDAD

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