Sin despeinarse

Donde dijeron digo ahora dicen Diego... Me refiero a los principales líderes de los partidos que han corregido sus posiciones sin despeinarse, que diría mi amiga Victoria Lafora. Sánchez se ha movido hacia el centro-izquierda y sus postulados de hoy se parecen más a los del PSOE clásico. Por ejemplo, su actitud respecto al “problema catalán” ahora es distinto al que mantenía meses atrás. De repente Sánchez habla de España sin complejo y no solo eso, sino que corteja al electorado de centro, a esos votantes que se “escaparon” hacia Ciudadanos.

Y si nos atenemos a las encuestas muchos de los votantes que optaron en las últimas elecciones por Ciudadanos parecen decididos a regresar al PSOE. Mientras Cs se presentó como un partido reformista y liberal, capaz de ocupar el centro, consiguió que muchos votantes socialistas le votaran, pero en cuanto Rivera, al más puro estilo del diputado de Esquerra Rufián se dedicó a lanzar exabruptos contra Sánchez y el PSOE, empezó a perder esos votantes. Quizá porque las encuestas le auguran un descalabro Rivera, también sin despeinarse, ha decidido ofrecer un pacto al PSOE en caso de que necesite sus votos para poder gobernar.

En la legislatura pasada PSOE y Ciudadanos sumaban 180 escaños, pero Rivera decidió negar la posibilidad de un acuerdo con el PSOE iniciando una carrera enloquecida hacia la derecha y compitiendo no ya con el PP sino con VOX. Rivera tampoco se ha despeinado a la hora de pactar con este último partido. El caso es que Rivera es uno de los principales responsables de que se hayan tenido que repetir las elecciones por su posición cortoplacista y soberbia intentando hacerse con el santo y seña de la derecha y traicionado a muchos de los que le votaron para que llegara a un acuerdo de gobernabilidad con el PSOE.

También Casado ha corregido sus posiciones y acierta optando por la moderación en vez de competir alocadamente con Vox. Casado ha ido modelando su discurso, centrándolo y corrigiendo errores. Sus adversarios señalan que lo hace más por calculo electoral que por convicción, pero la realidad es que la mayoría de los políticos más que por ideas se mueven por lo que les recomiendan sus “gurús”, de manera que Casado no es una excepción y al igual que el resto de los líderes busca ampliar su electorado. Así Casado se ha movido hacia el centro” rescatando incluso a “marianistas” de la envergadura de la expresidenta del Congreso Ana Pastor.

Pastor representa bien ese perfil centrista. Es una política dialogante, capaz de lograr espacios de confianza con los oponentes, que siempre ha huido del histrionismo, que tiene mano izquierda y que es un valor seguro para las filas del centro-derecha. O sea que en mi opinión el “regreso” de Ana Pastor, además como número “dos” de Casado, es una más que acertada muestra de ese giro al centro. Los sociólogos siempre apuntan a que es en el centro donde se ganan las elecciones y allí es adonde se intentan colocar tanto Sánchez, como Casado y Rivera. Serán las urnas las que digan cual de los tres resulta más creíble.

Sin despeinarse

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