Y sin embargo se mueve

Nuestro antepasado Galileo Galilei dijo el famoso “Eppur si muove” ante el Tribunal de la Santa Inquisición muy cabreado con sectores de la Iglesia y su frase hoy se usa en el lenguaje coloquial de lo que un servidor se aprovecha, un poco para fardar y otro tanto para contarles a ustedes que, en este martes donde Felipe VI inicia los contactos en busca de un gobierno, algo se está moviendo aquí y por “ahí fuera”. 
¿Un ejemplo? Pues el jefe del Partido Popular Europeo le manda un recado a la tropa de Casado: flirtear con la extrema derecha puede llevar a pensar como ellos. Y del problema catalán dice: mi sueño y deseo es que encuentren una solución sin un gran conflicto. 
¿Otro ejemplo? La socialdemocracia alemana exige políticas más sociales. Y es que algo se mueve, compañeros. Ahora en Venezuela las denuncias de corrupción comprometen  a las huestes de Guaidó, el penúltimo héroe para la derecha mundial. Y en EEUU  los demócratas dan vía libre  la presentación de cargos contra Trump, pues creen que hay pruebas suficientes que justifican el inicio formal del impeachment, palabreja que figura en la Constitución de EEUU, y que da nombre a un juicio político donde  un alto cargo público puede ser sustituido. 
Tenemos al personal ocupado por el cambio climático,  un proyecto caro que pagaremos los ciudadanos,  con  las eléctricas “enchufadas” a la publicidad para lavar su pasado y “amarrar” presente y futuro. Y  en la noche de este fin de semana en capitales de todo el mundo cientos de ciudadanos quisieron visibilizar que miles y miles de   personas tienen el cielo por techo –treinta mil en España– y que estos días “su cielo” está lleno de luces para festejar el consumo que nos llega entre villancicos y reclamos foráneos. Tranquilos que  el Consejo Superior de Investigaciones Científicas  informa que los tomates se “estresan” y nada nos dice sobre  los parados o  los precarios. En este circo, sin embargo, algo se mueve.
Postdata: habrán visto la película del domingo en la sexta –B de Bárcenas– que reproduce la declaración en sede judicial sobre la caja “B” del PP. Conviene refrescar la memoria: se cita una “ayuda” al PP, en el 2010, de 50.000 euros. 
Aparece el nombre del que por entonces era el  gerente regional que, según Bárcenas era un hombre próximo a Rajoy. Más pronto que tarde nos enteraremos de toda la historia. Tal vez en otra película de gánster. 

Y sin embargo se mueve

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