Video assistant referee

Perdonen la chulería pues lo escrito antes es, ni más ni menos, que –en castellano– arbitro asistente en vídeo o vídeo arbitraje en el común de los futboleros. El “aparello” que se estrena en la liga española esta semana viene a ser como el tribunal que confirma las decisiones del juez y “arbitra” (juzga, decide) lo que será  la decisión final. 
Y, se dirá usted ¿Si ponemos un VAR, en los parlamentos, en las instituciones? ¿Se imaginan? El follón del puerto en Vigo, revisado por una máquina que nos descubre el final quién metió de verdad la pata (en otros casos será la mano) y, por tanto, arbitra el resultado final y punto pelota.
Otro ejemplo: cuando un juez pone con su firma el “ejecútese” y pasan años entre recursos, zancadillas, demoras, etc. (no estoy hablando del edificio de Fenosa, que también), le pones el vídeo que asiste a su señoría mostrándole la historia verdadera del asunto y, zas, problema resuelto.
Se podía asegurar la fiabilidad de las encuestas en los bares con el VAR para comparar las que nos dan algunos medios informativos empeñados en el bipartito, acarretando votos al PSOE y Ciudadanos a la vez que anuncian rebajas para el PP y Podemos.
Aquí somos más aficionados al cotilleo y contamos con asistentes, enchufados, secretarios, influencers,  consejeros (mucho más caro el sistema que el mecánico del VAR), pero que hace más amigos que, por ejemplo,  igual que rompen un ordenador le pegan martillazos a un vídeo comprometido…
El VAR podía medir, por ejemplo, quien –en esta carrera loca entre Ciudadanos y el PP– está  más a la derecha. Por cierto, van empatados aunque la última intervención del señor Rivera pidiendo Orden y seguridad, uno de los gritos preferidos por los nazis de Hitler, le concede cierta ventaja. 
Aquí tenemos otros métodos para medir. Por ejemplo, sabemos que la renta media salarial crece un 0,96%, unas nueve veces menos que las rentas del capital y eso se sabe sin necesidad de ningún aparello, que los carga el diablo y luego se convierten en estadísticas con gran cabreo de la autoridad
Tampoco es baladí que los precios al consumo subieran más que los salarios y que la gasolina tiene el récord este verano al igual que la energía eléctrica. 
Pero volviendo al asunto que hoy nos interesa, el VAR nos dará muchas jornadas de discusión en el bar de al lado de casa y se hablará menos de los políticos ¿A qué si? 

Video assistant referee

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