Veinte años, dopados

después de la investigación de la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) sobre la supuesta financiación irregular en la campaña del Partido Popular de Madrid, en 2008 que tuvo a Mariano Rajoy como candidato, el juez Eloy Velasco apunta entre otros, “un delito electoral por la utilización de fondos públicos en beneficio del partido…” y se llega a la conclusión, sumando todos los sumarios de la Púnica de que el PP ya inició esas operaciones delictivas en 2007 lo que lleva a la conclusión de investigadores y jueces que “el Partido Popular de Rajoy, Aguirre etc., etc., lleva veinte años dopado.
Veinte años no es nada, que dice el tango, pero aquí lo que hay es un tongo y lo mismo que a los deportistas se les retiran los honores (medallas, títulos) por competir dopados es hora ya de hacer lo mismo con este grupo, protagonista de la mayor corrupción conocida y que preocupa al 44,8 por ciento de la población...
Cierto que esto solo es la espuma. pues la realidad, que se puede contemplar desde un chiste de Forges –“cada vez roban más… y cada vez les votan más”– o que tiene su relieve, a pesar de las promesas de sus protagonistas, en la unión PP-PSOE para no investigar a la llamada policía patriótica –en realidad las cloacas del Estado– o la “entente” Ciduadanos-Partido Popular para que siga presidiendo la comunidad de Murcia otro “pepero” que ha prometido seguir la estela del retirado por pesar sobre él varios ¡presuntos, claro!, casos de corrupción…
Veinte años donde una trama (¿es o no una trama?) hizo acopio, de forma ilegal, de dinero público en detrimento de servicios –y obligaciones, como gobierno– en sanidad, educación, justicia, infraestructuras…
Veinte años dopados… ¡y en pecado! Nos cuenta Cristina Huete, desde Ourense, que el presidente del Parlamento gallego lidera una campaña de reconocimiento para el sacerdote Benigno Moure, condenado a prisión en 2008 al declarar el Tribunal Supremo que se apropió de quinientos mil euros de una anciana…
¿Recuerdan aquel asunto? Pasó en la cárcel solo unos meses después que el Partido Popular y la Iglesia Católica pidieran su libertad, a pesar de haber sido condenado a cinco años por “estafar a una anciana con alzheimer ingresada en una de las residencias de su boyante fundación, que en su día fue apadrinada por el Partido Popular de Manuel Fraga que regó la entidad benéfico-privada…
¿Qué más tiene que pasar? ¿Tendrán tiempo para desintoxicarse? ¿Con el perdón de sus pecados, seguirán teniendo el perdón de sus votantes?

Veinte años, dopados

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