¿Solución? Las urnas

La mejor solución para de una vez por todas aparcar el “procés” y sus rescoldos, podemos encontrarla en las urnas. Urnas, como piden unos, en Cataluña, para que un nuevo gobierno trace su propia senda, ya que el ejecutivo de Carles Puigdemont está totalmente descalificado, y otras urnas en todo el Estado, pues el Gobierno de Mariano Rajoy, trufado de colaboradores reprobados, y el partido acusado de lucrarse de la operación Gürtel, con claras sospechas –y más de una prueba– de dirigir campañas electorales “dopado”, no es un candidato válido.
No valían las urnas, ni había legitimidad en las elecciones y eran muchos los fallos para tomar en serio la jornada electoral, pero esa jornada, por la ineptitud del Gobierno central y la actuación de las fuerzas del orden, volcó el relato hacia el otro bando. No es baladí recordar que en 2005 el Estatut recibió el apoyo del 88% del Parlament y que fue respaldado por el 47% de la ciudadanía lo que supuso el voto a favor de casi dos millones de ciudadanos. Recordarán el papel del Tribunal Constitucional, a instancias del PP, partido que emprendió una campaña contra los productos catalanes, hasta llegar a otra mayoría parlamentaria, los sucesos del primero de octubre, las manifestaciones del domingo y la sesión de anteayer…
Dejemos el procés, que hoy es fiesta: “una conmemoración de la historia en que España, tras la integración de los diferentes reinos en una sola monarquía, inicia la construcción de un Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política” ¿Les suena lo de pluralidad?, que la actualidad nos demuestra que no nos dejan vivir la fiesta en paz. Al informe –¡otro más!– del fiscal, acusando al partido del gobierno y la que fue ministra de Sanidad, de meterse en el bolso pasta gansa de la ristra de casos de corrupción, donde aparece el PP, nos llega el grito desesperado de miles de jubilados que en Madrid, después de echarse a la carretera desde Galicia, Asturias, León, etc., pidiendo al Gobierno de Mariano Rajoy que retire la ley que aprobó en 2013 –con su mayoría absoluta–, pues con su miserable pensión, el aumento del IPC (un 1,8%), la retirada de varios medicamentos de bajo precio, y el ridículo aumento del 0,25%, no pueden vivir…
Y ofrecen datos: la mitad de los pensionistas malviven con pagas por debajo del salario mínimo. Ah, por cierto: los jubilados de Euskadi cobran 238 euros más al año que sus compatriotas. ¿Marchan de España? Emigran al País Vasco.

¿Solución? Las urnas

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