Saber sí ocupa lugar

y es que niego la mayor. La repetida frase de “el saber no ocupa lugar” pues conviene saber, conocer, estar informado para tomar decisiones tan importante como votar. Algunos ejemplos: sabemos que la llamada despectivamente “la paguita” sacará de la pobreza profunda a más de un millón de familias. También sabemos que el salario mínimo vital no es un invento “bolivariano”, pues España es el país que lo reconoce después de que lo pusieran en marcha otros veinte gobiernos. 
 A la vez nos enteramos de que la fortuna de los veintitrés españoles más ricos creció un 16% durante los primeros dos meses de la pandemia. En esa lista figura nombres tan conocidos como Villar Mir, Florentino, Ortega, etc. 
El ruido en torno a la confianza y/o desconfianza, colocó el foco al ministro Marlaska y a la Benemérita, recordándonos el caso de Rajoy y su confianza plena del ministro de Interior (aquel que llevaba un ángel de chofer) que fue el inventor de las cloacas policiales de las que hay no solo cientos de referencias sino que también los tenemos en el trullo.
Ya nos pasó con Pemex y aquello era el maná. Ahora nos enteramos que durante los gobiernos de Feijóo se perdieron seis empleos en la industria y que así las cosas, el temor a la deslocalización –ya saben llevar el trabajo a Bangladés– o ponerse al loro con dolo hacer efectivo el texto del Estatuto que deja bien claro que “es competencia de la Xunta el fomento y la planificación de la activa económica”. Naturalmente es más cómodo, aunque menos cierto, apropiarse de los éxitos y endilgar los fracasos al gobierno central. Tenemos un ejemplo en las residencias geriátricas, traspasadas a la Xunta que se puso de perfil en lugar eludiendo su responsabilidad.
Y aún tiene más “inri” la postura del gobierno madrileño donde se prueba que el gobierno de Ayuso (PP, Ciudadanos y Vox) fijó criterios de exclusión para no trasladar a enfermos de residencias de mayores a hospitales. 
El empeño en insistir en la “mani” del 8-M trata de hacer olvidar al personal las concentraciones en la milla de oro de Madrid cuando si había normas sobre la distancia social, lavarse las manos y los horarios para paseantes según su edad.
Saber, conocer, estar informado, sí ocupa un lugar en la vida de los ciudadanos. Normalmente se entera de lo que ellos no quieren que sepas. Por si lo tienes en cuenta. Por si les pides cuentas. Por si te acuerdas cuando votas.

Saber sí ocupa lugar

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