¡Qué país, compañeros!

Hay un país, cuyo nombre enseguida adivinarán ustedes que son muy listos, que tiene dobles parejas en su baraja real, y como ejecutivo a un señor de pelo negro, barba blanca, que dice cosas de los platos y vasos y al que las hemerotecas le recuerdan sus machadas, fruto de la cara dura y el ventajismo nacido entre mentiras.
Alrededor está la sociedad que cada día le pide cuentas, mientras desde la justicia le instan a dar explicaciones de las cuentas del grupo que le protege y en el que se cuentan con más encausados, investigados, sentados ante el juez, que en los tiempos del estraperlo. De cuando todo estaba atado y bien atado.
En ese país un día nevó. Dicen que sus mandatarios estaban en el fútbol o viendo la tele. Que los encargados de la seguridad y del tránsito estaban celebrando las fiestas. Y dicen los que no estaban que la culpa es del empedrado y de los automovilistas por no ir en tren
¿Se imaginan que esto pasara en España? Aquí, la octava maravilla del mundo; la envidia de Alemania y Paraguay. El país más “guay”. ¿De verdad creen que aquí el jefe de la Guardia de Tráfico, el ministro del orden, el mandamás de Fomento, todos estuvieran de vacaciones? ¿O que les pillaran en el palco del estadio Ramón Sánchez Pizjuan?
Claro que no. Escucharíamos a Mariano Rajoy pedir dimisiones por “tratar a los ciudadanos a patadas”, volveríamos a verlo en las televisiones (ja, ja, ja) pidiendo respeto para sus conciudadanos que pagan impuestos para tener buenos servicios.
Aquí aunque nieve, caigan chuzos de punta nos encontraremos con el respaldo desde Sanxenxo de don Mariano haciendo frente a las inclemencias del tiempo en esa carrera que a él no le lleva a ninguna parte y a nosotros a la... eso en lo que ustedes están pensando.
Vale. Dejémonos de países imaginarios y tomemos tierra. Repasemos la actualidad: el número de parados que no cobran prestaciones se duplica desde el año 2010, a pesar de la caída del desempleo.
La UCO señala a una firma publicitaria por pagar en “B” el lavado de imagen de cargos del Partido Popular. Daniel Mercado confiesa que el PP de Esperanza Aguirre le pagó en negro parte de a campaña de 2007.
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¡Qué país, compañeros!

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