Nos dejó un hombre bueno

No he conocido a nadie que mereciese como Ramón, aquella referencia de Bertolt Brecht: sobre los hombres que luchan un día y son buenos. De los que luchan años y son buenos, muy buenos, pero hay hombres que luchan toda su vida por el bien de la verdad, de la justicia y del pan para los demás. Esos son los imprescindibles.
Así fue Ramón. Ramón Muñiz de las Cuevas militó siempre en el galleguismo (UPG y BNG) y fue uno de los fundadores del Sindicato Labrego Galego-Comisións Labregas; un demócrata que hizo para muchos más fácil la transición por aquellos oscuros años de la “longa noite de pedra”.
Ramón que mantuvo hasta última hora la bandera de la fraternidad, siempre generoso con los desfavorecidos, eludió la recompensa del aplauso o del favor de los suyos. A él, y a otros compañeros que hoy le lloran, se debe la Irmandade Moncho Valcarce, de la que fue presidente, para divulgar la tarea de otro hombre bueno, también “un facho” para el galleguismo.
Ramón promovió la Asociación de Traballo Comunitario y fue presidente de la Rede alega contra a pobreza e a exclusión social y desde el gobierno “tripartito”, en la Consellería de Agricultura, desarrolló una ingente tare en favor del rural
Su activismo le creó frecuentes problemas que lucía orgulloso como medallas a su militancia en favor de las clases populares.
Ramón además era un gallego apegado a su tierra, la que tanta veces recorrió y de la que nos deja emocionantes testimonios. Sus guías “Cascadas de Pontevedra” y “Fervenzas da Coruña” son un acto de amor “a esta vella terra de nos a que chamoulle Otero Pedrayo a nación dos mil ríos”; dos relatos de gran valor como guías para el caminante como de salmo para los que nos visitan y los que aquí vivimos.
Nos deja un hombre bueno y los que le conocimos y, por tanto, le quisimos, no podemos dejar mucho tiempo para el duelo sino reafirmarnos en la esperanza de que el ejemplo de Ramón, es una planta que dará muchos frutos.
Galicia lo necesita. Hoy más que nunca. El, imprescindible, se nos fue, pero queda su amplia obra, su ejemplo, para darnos ánimo Un ánimo que, entre todos los que lo conocimos, trasladamos a Marga de la que el propio Ramón escribió “sen ela sería imposible este traballo”
Ha muerto Ramón, pero vivirá siempre en nuestro recuerdo.

Nos dejó un hombre bueno

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