MENTIRAS Y LAMENTOS

Es como en el tango: Todo es mentira. Mentiras y lamentos. Vamos con las mentiras: a la alegre declaración de los políticos, salidos –de salir, claro– en tropel para contarnos el cuento de la lechera, le responde el Fondo Monetario Internacional con una preocupante rebaja: “Los problemas estructurales de la economía española obligan a rebajar las previsiones económicas del Gobierno y el paro no descenderá del 16% antes del 2020”.
Del paro nos habla la ministra del asunto, cuya mayor tarea en el Gobierno es encomendar la tarea por la que cobra a la Virgen del Rocío. Pues la Virgen, que ni de coña. Y “los contratos de siete días o menos, alcanzan los 2,6 millones de trabajadores y la media de su salario no alcanza los seiscientos euros… 
El paro y los bajos salarios multiplicaron en los últimos meses las manifestaciones. Ya no son los sindicatos los que más protestan, sino las asociaciones ciudadanas, la calle, que clama contra las medidas políticas de Rajoy y sus alegres muchachos y las reivindiaciones laborales. Los contratos de formación se disparan y los falsos autónomos proliferan. Es una situación esclavista, fomentada por la política laboral del Partido Popular.
¿Salarios? El empleado de la pequeña empresa es el más afectado por la devaluación salarial y uno de cada tres parados perdió toda clase de ayudas… salvo la que ofrece Cáritas o la solidaridad de sus conciudadanos. España va bien y ellos (los de la gaviota en su jaula) mucho mejor, pero la deuda española alcanza el 98,5% del Producto Interior Bruto y el endeudamiento de las administraciones subió en 20.000 millones entre mayo y junio.
La banca gana; el ciudadano no, denuncia un periódico de tirada nacional y añade “las entidades han elevado su beneficio casi un 40% mientras el crédito no termina de repuntar, se cierran oficinas bancarias reduciendo empleos”. Mientras el euro y el precio del petróleo llevan a la eurozona a un superávit comercial récord, la balanza comercial española profundiza sus números rojos.
Y, además, los Presupuestos del Estado, que estos días –con precipitación y alevosía– engordan los ingresos tributarios, con una recaudación inferior de media prevista en las cuentas públicas… A las mentiras de los “mariano boy” le responde la realidad. A veces, de la propia administración, en otras ocasiones desde Europa y, de forma continuada de la ciudadanía pues esta harta de “mentiras y lamentos…”