Juego de tronos

Lo explicaba muy bien la prensa de la capital: el PP y el PSOE vuelven a dominar la acción política. Y ya está, todos felices. El acuerdo entre los dos grandes partidos da como fruto avances en los presupuestos. Y ¿para eso, tanto teatrillo? ¿Y los votantes del PSOE están contentos de participar en el espectáculo como banderilleros? En el PP, inmunes a la corrupción (según las encuestas), no les importan los cuentos si salen sus cuentas.
Vuelve el bipartidismo después de tantas admoniciones y reproches. Siguen los mismos aunque el Parlamento denuncie lo contrario. Y la derecha se hace con el timón, marca su territorio y, como ya dijo Rajoy, si ustedes –al PSOE –me aúpan a la presidencia, tienen que comprar todo el lote. O sea, los presupuestos. Y si no se carga todas las propuestas o a otras elecciones. Y así seguirán los abuelos poniendo la pasta para ayudar a la familia, las empresas a engordar sus beneficios y los llamados poderes fácticos respiran tranquilos que esto sigue como antes.
El PSOE domesticado, Ciudadanos abandonado en el salón, en el ángulo oscuro, mientras el PP repite su conocida melodía. Además, se cierran filas para taponar el paso a la izquierda y ningunear a los nacionalistas. Misión cumplida. Y la vida sigue: Morenes se va a Estados Unidos, el presidente de la comunidad murciana camino del juzgado por cuatro delitos identificados por fiscal y jueza; Granados, dispuesto a soltar la lengua.
Y para los españolitos una deuda de dieciséis mil millones, que Europa aprieta, pero no nos ahoga, pues muertos no valemos nada. Sube el paro, baja el número de afiliados a la Seguridad Social, los impuestos y el salario mínimo. Hay setenta y cinco mil millones escondidos en paraísos fiscales de esta paradisíaca Europa de los mercaderes… Pero hay que tener fe –como la ministra del trabajo ¿? que repite en el chollo gracias a la Virgen– y aquí a esperar que Feijóo y los suyos (se suben el 7,5 y el 7% lo que supone unos ocho mil euros más al año), que viene a ser lo que cualquier pensionista, obrero o jubilado, se ganen el sueldo.
Estamos en el buen camino (la madre que…) Ellos están en la mejor de las autopistas. Lo notamos: llenar el depósito cuesta tres euros más y beber para olvidarlos será más caro. Vivamos como gallegos, clama un cartel donde los personajes ¿gallegos? van vestidos de cosmonautas. Y es que se piran.

Juego de tronos

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