¡Jo, qué vergüenza!

Por favor, por España, los que le quieren o cobran por quererlo, que no le dejen salir solo. O salir de España. Ya sabemos que dicen mentirijillas (yo nunca me ocupé de los gastos en las campañas electorales, afirmación que lo dejó retratado después de verle en la tele –hemeroteca de La Sexta– contando como se gastaba el Partido Popular los cuartos).
Nos toma por tontos (nunca nadie podrá probar que el Partido Popular tiene Caja B) o nos engaña (no hubo rescate bancario; somos los campeones de Europa, ya salimos de la crisis, etc., etc.) sino que nos deja en ridículo, como cuando en el Reino Unido, en declaraciones a loa medios de comunicación británicos alabó a los hijos de su Graciosa Majestad por tener el Parlamento más antiguo de Europa”, cuando – y así lo reconoció la ONU, a través de Unesco– es en León donde nació el parlamentarismo (1188) y ya en su himno se canta que allí “antes de Reyes hubo leyes”.
Nos toma el pelo cuando para “cuadrar” la cifra del paro nos compara con Alemania (6,5 por ciento) cuando aquí supera el 16 por ciento, puestoq ue se crean el triple de empleos… sin añadir que son precarios y mal pagados.
Nos dice que somos “campeones” en sanidad pública, cuando las últimas cifras facilitadas por el propio ministerio reconocen que la media en España para operarse es de 104 días, veintiuno uno más que hace un año y, aunque sea del siglo pasado como la corrupción del Partido Popular, no tiene que extrañarse del cambio de nombre en la calle por donde se paseaba de niño, puesto llevaba el nombre de un militar franquista al que la historia le recuerda por haber bombardeado a civiles en el puerto de Gijón y en distintos pueblos de Andalucía…
Por favor, no le dejen solo si le quieren. Aconséjenle que cuando alguien le pregunte responda recitando la lista de los convocados para la selección o los goleadores del Real Madrid.
Y es que cada vez que por ahí adelante dice algo, cuenta alguna cosa, mete el cuezo y baja cinco puntos la estimación de la marca España… que ya está bastante baqueteada.
El último tirón de orejas al Gobierno llega de Europa donde nos acusan (bueno, a ellos, los del Gobierno) por no atender las recomendaciones de la Comunidad al vaciar la hucha de las pensiones…
Repito: los suyos, los que le siguen, le asesoran, le aguantan, no le dejen salir de España que nos deja muy mal. Y luego habláis del informe PISA.

¡Jo, qué vergüenza!

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