ESTO ES JAUJA, COMPAÑEROS

Vale, vale. Ya sé que ustedes, nosotros, no lo sabíamos. Vivíamos en la ignorancia y “mascando nuestro rencor por las esquinas”, como dijo el que nombró a Rajoy y ahora le niega. 
Y es que, como nos contó en La Sexta, nuestro guía, España –además de un país de muchos y buenos españoles– es la admiración del mundo, la envidia de los más. De ahí que, a por el sol y otras bondades vienen a millones. Y es verdad. Pero siempre creímos que el sol estaba antes que Mariano y que el éxito eran los precios baratos (gracias a los salarios de mierda) y la permisividad para hacer lo que no se atreven en su país,” balconing” incluido. Efectivamente ellos encuentran aquí Jauja. La sanidad, ay la sanidad, que es que no nos la merecemos. También creíamos, pobres de nosotros, que ya estaba cuando llegó Rajoy y que, con él, el recorte fue de más de cinco mil millones y la supresión de cuatro mil quinientos profesionales. Y nos les cuento lo del copago, las listas de espera, los chanchullos del hospital Alvaro Cunqueiro de Vigo etc. 
Es jauja, cierto, para el sector privado que encontró un filón, una mina. 
Confiesa el Gobierno, en su resumen anual y lo sufrimos los ciudadanos, que la inversión pública se redujo en más de un cincuenta por ciento… y que el AVE, al que tanto criticaron los “peperos” y ahora sacan pecho, dejó sin tren a miles de gallegos y cerró cientos de estaciones… Sabemos que no se gastó un euro en la mejora de las carreteras públicas, pues la generosidad se fue con favores a los propietarios de autopistas. 
Dicho esto, escuchar al señor en funciones de presidente, que nuestras infraestructuras son de lo mejor del mundo, nos parece una tomadura de pelo. Escuchar a Mariano, sin que se rompa el televisor, presumir de las pensiones y de los salarios es un milagro. En salarios estamos de penúltimos y de pensiones no les hablo, pero sí lo hacen las encuestas cuando hablan de pobreza energética, españoles que o cenan o compran las medicinas, desahucios, pues el salario y la pensión no llegan para el alquiler o la hipoteca, comer y dar de comer a la familia. Cáritas nos habla de “la herencia de la pobreza” –los niños pobres de hoy lo serán siempre– y Ayuda en Acción cuenta 2,7 millones de niños pobres “candidatos a la pobreza”
¿Jauja? ¡Cínicos!