Hacienda nos llama

Imagino que ya lo saben: este mes de noviembre es el que eligió Hacienda para recaudar la “otra parte” de nuestra cuenta con ella. Ya saben: el segundo plazo. Y esto nos da pie para un par de reflexiones: la primera es  que muchos de nuestros patriotas de siempre y los recién llegados tienen  puesta su mirada en Suiza. Aquí tuvimos la oportunidad de contar hace poco con el líder de Ciudadanos que se reunió con un ilustre “ex”, y tuvo la prudencia de no traernos a otro de sus fichajes estrella: Vargas  Llosa, un españolazo que, una vez nacionalizado, hizo suya una de las costumbres de nuestra “marca España”: esquivar a doña Hacienda. Aprovechando, Feijóo que fue socialdemócrata, aprovechó para recordarle a Rivera su oposición al AVE y sus intentos de traer problemas importados de otras autonomías sobre la lengua.
 Yo sugiero a nuestros visitantes que tanto nos quieren, que se aprendan un himno, este tiene letra de Forges y música de “Asturias patria querida” y dice en sus primeras estrofas: “Suiza, patria querida de mis amores. Tengo una cuenta en Suiza con muchísimos millones. Soy patriota pero no soy idiota…”. Una interesante declaración de amor patrio
La segunda reflexión es que el fraude, las bases impositivas con sus agujeros y recovecos, hacen chirriar el Estado del Bienestar y por eso estamos regular. Es un problema del legislador, del Poder Ejecutivo y, ay, de buena parte de la población. Mientras unos creen que pagan tasas altas otros viven de forma cotidiana  con lo de “¿Con IVA o sin IVA? y si usted no les sigue le toman por tonto. Como números cantan sepan que estamos a la cola de recaudación sobre el PIB y que entre el IVA y el IRPF se “llevan” –aportan– el 75% de la recaudación mientras el sector empresarial, en conjunto, solo aporta un 25% gracias a las exenciones, deducciones y otros agujeros –beneficios fiscales– que según los expertos suponen cincuenta mil millones que no se cobran. 
Así pues, Juan Pueblo paga por el cine, las medicinas, la ropa, las chuches del niño y no tienen escapatoria. Otros usan la llamada ingeniería financiera para atajar el camino hacia Hacienda. Y tenemos a buena parte de nuestro empresariado,  sumando  ganancias,  enviándonos este recado: “Los países desarrollados han utilizado las recientes reformas tributarias para reducir los impuestos a las empresas para impulsar el mercado laboral”. Palabrita de nuestra patronal, arropada por la OCDE, y apoyada por esa derecha tan patriota.

Hacienda nos llama

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