Encuestas, videntes y traspasos

Mariluz, vidente entrevistada por la Sexta –miércoles pasado, en el programa “El intermedio”– aseguró que tenía una “clara vivencia”. Vamos que lo veía claro: Podemos, PSOE, Ciudadanos PP y Vox fue su vaticinio. ¿Pruebas? 

A Iglesias le “salía” la carta de la suerte y al PP (al que le concedía la jefatura de la oposición) solo cartas malas y seguidas. 

No tengo nada que oponer a la baraja de Mariluz, pero, por si acaso, añado la enquisa más reciente que coloca en primer lugar a los socialistas, seguidos de populares, los chicos de Rivera, el grupo de Iglesias y de “pechacancelas” Vox…

Lo cierto es que hoy las encuestas son el pan de cada día y sirven para el subidón de unos y el cabreo y negación de otros según videntes y expertos expongan sus opiniones. 

Pero hay otro trabajo –entre bambalinas– que mantiene ocupados a los partidos políticos: los fichajes. Y es que si en el Deportivo, según cuentan los periódicos, bajo el mandato del actual presidente pasaron por la nómina ocho entrenadores, dos directores deportivos y más de setenta fichajes, no les extrañe que los partidos políticos modifiquen la plantilla, busquen fichajes, para conseguir el ascenso a los parlamentos. 

Ahí tienen a Ciudadanos, que luego del resbalón en Castilla y León buscó un pacto con UPN y el Partido Popular en Navarra después de aplaudir el régimen floral que en la “liga pasada” tanto había criticado. 

Por su parte, los populares de Asturias se han rebelado con el juego sucio de Génova y están a punto de cambiar de equipo y en Valencia, donde es difícil encontrar a alguien del PP que no pasara por los juzgados, se multiplican los problemas a Zaplana con declaraciones de sus excompañeros que pueden acabar con su carrera política y su ingreso en chirona. Y con él Cotino y otros miembros destacados de “aquel equipo ganador” de los populares.

Hay otros que abandonan el partido, pasando por las puertas giratorias, en un trasvase al calor  de lo que suponga en dólares el fichaje. 

Ahí tienen a doña Soraya, de la que dicen los mentideros madrileños que es “la Messi” de este tinglado de fichajes y trasvases y es que los bufetes de abogados vienen a ser los líderes –en pasta– en fichar a exaltos cargos, incluso rozando el reglamento que prohíbe a los “fichados” ir a equipos afectados por sus decisiones y esperar hasta que transcurra un período de dos años para cambiar de club.