De reyes y reinas

Los que me conocen ya saben que soy poco de reyes… Y es que desde siempre a mis deseos de una bici, unos patines, el tren eléctrico y el traje de vaquero con pistolas y caballo incluido, solo obtuvo como respuestas, jerséis, pijamas y otras prendas con las que, palabra, yo estaba dispuesto a prescindir.
Así que si ellos “pasaban de mi” yo, en legítima defensa, lo hacía de ellos y no asistía a las cabalgatas y me tomaba las copas –tres– que en casa les dejaba mi padre a Melchor, Gaspar y Baltasar, como gratitud a su visita y por hospitalidad.
Nunca entendí por qué incluía paja para los camellos y no un bocata para los pajes que hacían todo el trabajo según nos explicaban después…
Ahora, hombre cómo no, iría a las cabalgatas. Allí puedes ver a las carrozas de distintas firmas comerciales; a Bob Esponja, a los famosos de las “Galaxias” y, las más de las veces a concejales corruptos, pintados de negro, emulando a los tíos esos de Oriente.
Y los papás contentos y los niños entusiasmados y el señor cura, con el alcalde y el guardia civil, entusiasmados con el espectáculo. Seguramente ellos sabían que en algunos de los evangelios aparecen el grupo del trio real incluía esa parafernalia. Y felices.
Resulta que este año –otra vez– se montó el belén por una de las carrozas. ¿Descubrieron que Melchor estaba en la lista de los chorizos de la operación Púnica; tal vez la senadora, por el PP,  Pilar Barreiro, recién llegada a la lista de investigados por corrupción.
Y también nos tienen que explicar como don Zoilo no pidió los papeles del Rey negro… o por el color de su rostro que era como el de uno de esos tres reyes…?
Y aquí, en plan de rey mago y/o malabarista, nos visitó Mariano Rajoy con un séquito de pajes para inaugurar los peajes de la A-9 que viene a ser como si te pegan una bofetada y, para compensar, te ofrecen el pañuelo para limpiarte la sangre y las lágrimas…
O, digo, como el asesino que vuelve al lugar del crimen. No olviden que el Partido Popular vetó una propuesta para evitar el 4 por ciento de aumento del susodicho peaje…
 Y aquí Mariano Rajoy recibió una carta y no de Oriente, sino de Bruselas pues  Europa le recrimina la inacción de su gobierno en la lucha contra la corrupción, mientras los juzgados esperan a los suyos hasta en seis casos pendientes. 

De reyes y reinas

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