¿QUÉ SE CUENTAN, COMPAÑEROS?

Importamos ladrones: vienen en avión, en el  puente aéreo cuenta “El País”, desde Cataluña para robar Y dicen en solo tres meses cometieron más de cien robos.…
Vaya, dirá usted, nos roban “los de fuera” . Vale, pero anote: el Sergas dejó de ingresar 7,5 millones en dos años por no facturar a las mutuas. El Consello de Contas acusa a la Xunta de perder ingresos a favor de las aseguradoras.
 Si eso no es meter mano en la caja pública, que nos lo expliquen!…
Un juez censura a Hacienda por amnistiar a defraudadores de la “lista Falciani”. El magistrado alega que se dejó sin castigo “el fraude de las rentas más altas”. Anticorrupción investiga el perdón a las electricas ¡de más de tres mil millones! Se reparten las culpas el anterior gobierno y este .
Vuelta al terruño: “así contrata el neobaltarismo”, señala “El País” y cuenta la lista de asesores, asesores de los asesores; enchufes para la familia política y la propia. Incluso novios. El asunto empezó con Cacharro Pardo junior y acaba con Baltar hijo que colocó a la hija de su chófer y a la novia del vástago de un alcalde “baltariano”.
Sigo: la Xunta paga 6,5 millones  a las empresas concesionarias de diez geriátricos vacios ¡aunque no funcionen!
Las obras del estadio Pasarón costaron más que las obras de Calatrava en Valencia… y tienen la misma pinta, los mismos sobrecostes.
Vamos al corazón del imperio: las grandes tecnológicas (Apple, Google, Facebook, Amazon, etc., etc, ) esquivan a la Hacienda española ¡otro año más! Montoro ni se entera y Mariano anda regenerando a los suyos (risas, muchas risas)…
La creación de empresas en A Coruña cae un 31% en solo un año. La producción de las fábricas de Galicia profundiza su caida en la cola de España con descensos del 20% en textil, 13% en refinado de crudo y 9,1% en el sector del motor. Y Feijóo, a estas cuentas nos hacen cuentos.
Se descubre otra desfeita de Caixa Galicia, heredada por NCG: el pufo  del rascacielos de Benidorm, supuso una pérdida de cien millones. ¿Quién puñetas mandó hacer esa operación “de altura”?
Y mientras todo esto nos lo ofrece la españa real, la que pisamos usted y yo, Mariano va por ahí contando cuentos. Pero aquí hacemos las cuentas y el resultado es un suspenso.

¿QUÉ SE CUENTAN, COMPAÑEROS?

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