Así esta el juego

l pleno municipal aprueba por unanimidad el incremento de los salarios a sus señorías los ediles. Ya nos dijo la primer edil que había que poner a Coruña a la misma altura que otras ciudades de su tamaño. Había que empezar de algún modo y de casualidad se eligió este. Luego vendrá lo de la vigilancia y auxilio al tráfico (situando la plantilla al mismo número de efectivos que las ciudades parejas) y así los veremos en la calle y, más tarde, la limpieza; unas ordenanzas que arbitren el uso de los aparellos con ruedas por las aceras, una política sobre los pisos de alquiler y otras cosas que entretengan a nuestros concejales y, ay, justifiquen sus salarios. 
Y, hablando de dinero, otra buena nueva: empresarios andaluces compran ¡y pagan! los cascos de motos para la Guardia Civil. Y digo otra buena obra pue nuestros filántropos de la banca ya pagaban conferencias a sus señorías de la toga y las empresas con muchas luces ya subsidias a los ex con buenos puestos y mejores ingresos. 
No tienen más que encontrar las puertas giratorias de nuestras más campantes empresas o recordar a la legión invencible que dirigía el ex policía Villarejo. Seguimos con los ingresos, CIEN CARGOS PUBLICOS NO PRESENTARON SU DECLARACION DE BIENES EN PLAZO –como ordena la ley– y una oficina ¿? encargada para eso (se llama conflicto de intereses) rechaza dar nombres y se pelea con otra oficina que se llama Transparencia.
Hay más: miles de adinerados conciudadanos tienen pufos con Hacienda.  Catorce mil millones deben más de catorce mil millones. Hay nombres tan conocidos que da sonrojo repetirlos pues solo estar entre los distinguidos miembros de clubes, empresas y chanchullos y que se pasean por ahí mientras a su  vecino de octavo, que hizo mal la declaración, le cayó la del pulpo. Pregunten por ahí que le pasa a un contribuyente de a pie que se equivoque con un dígito en su declaración….
Y luego van y nos cuentan (El País, jueves 4) que la preocupación con los políticos y los partidos, por parte del respetable, llega al máximo según el penúltimo barómetro del Centro de Investiaciones Sociológicas. Y mientras, a las escondidas, las derechas van ganando sus vallas para conseguir que la sanidad y  la educación privada –bajo el lema de la libertad de elección– se entrega a empresas privadas que recortar gastos –tanto materiales como de personal–  pero engordan sus ingresos. 
¡Socorro!    

Así esta el juego

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