Aplausos y pitos

cuando esto acabe será el momento de hacer el necesario balance y poner nota a nuestros gobernantes y a la oposición. Pero ahora, y sobre la actualidad, se pueden repartir aplausos y pitos o reproches. Y aquí, desde este balcón, recogemos los primeros aplausos de la ciudadanía que, de forma espontánea y a través de las redes sociales, llenaron de “ruido” saludable desde los balcones de ciudades y pueblos. Aplausos para los sanitarios, los trabajadores de sectores estratégicos que mantuvieron su actividad, los compañeros de los medios de comunicación que en primera fila “combatieron” con la verdad tanto la pandemia como los bulos de tanto sinvergüenza y tantos y tantos personajes anónimos que ayudaron a sus conciudadanos más necesitados. Un aplauso para esa gran mayoría de ciudadanos que cumplen las normas que ayudan a parar, aminorar, la pandemia que padecemos.
Pitos y reproches a los acaparadores que llenaban sus cestos sin pensar en las necesidades más acuciantes de sus compatriotas. Los incívicos que con sus actuaciones –no cumplir las normas establecidas– aumentan el  riesgo  a los demás. Reproches y pitos a todos esos que transmiten “recetas” infalibles para vencer el virus que pasan desde fórmulas mágicas a ideas estrambóticas que confunden al  personal.
Hay un capítulo para nuestros políticos: parece claro que en Moncloa subestimaron el riesgo y, otra vez, una catástrofe sirvió a buena parte de la oposición exagerar el gesto. Casado, sin consultar con el gobierno, presentó un “paquete de medidas” donde lo original era recuperar la reforma laboral de Mariano y en Vox pedían encarcelar a los presidentes de Cataluña y País Vasco y suprimir las autonomías, como respuesta a las quejas de Urqullu y Torra al considerar que el gobierno central reducía sus competencias. Feijóo, otra vez, se desmarcó del guion establecido en Génova y, además de presentar los planes propios, ofreció toda su ayuda y respaldo al gobierno central.
Tampoco debemos olvidar como “los tijeretazos” del gobierno anterior dejaron en crisis el sistema –cierre de camas, precarización de los empleos, recortes de personal– que echó a la calle a miles de ciudadanos, acompañados por muchos sanitarios pidiendo mejoras en los servicios de salud. Y al final estamos nosotros, los ciudadanos de a pie. El compromiso con nuestras familias, vecinos, amigos, conciudadanos, será la mejor barrera para atajar al virus. Todos juntos, unidos, ganaremos. Ah, por cierto: el CORONA-CORINO pasa de los periódicos a serial. Y ¡vaya película! Y queremos conocer a todo el “reparto” de la película.

Aplausos y pitos

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