Anoche tuve un sueño

Reinaba en Galicia Alberto II, aquel niño para quien el alcalde de Villagarcía compró una sillita… y en Madrid Saénz de Santamaría había sido capaz de cumplir el sueño de su señora madre y era “cuspidiña” a Rita Barberá, durante tantos años su amiga y confidente…
Y Mariano, ¡por fín!, había conseguido un gobierno tal como quería “igual que el de Matas”, aunque en el camino muchos candidatos se habían tenido que quedar en la cárcel…. A eso le llamó Gabilondo “su trono de estiércol” y Luis, el Luis que llevó las cuentas del PP, conocidas como el libro gordo de Bárcenas, estaba tranquilo, aguantando otra vez los libros de contabilidad de Génova y en los libros de historia se hablaba de Alberto I, que había seguido en el machito después de eludir acudir a los debates, negar tres veces al que fuera su partido, que pagaba en A, B o a plazos su campaña electoral con aquellos carteles que indicaban el buen camino que llevaban los suyos gracias a donaciones del señor Villar Mir que luego había que pagar de alguna forma…
Dice la historia que aquel triunfo, en la prórroga, se salvó gracias al voto de los emigrantes que tras escuchar las confesiones de don Alberto (“no detectamos ni actuamos a tiempo contra la corrupción”) le perdonaron sus pecadillos.
Y dicen las crónicas que no le votaron los del PP, pues públicamente había “apostatado” poniendo por delante a sus paisanos que a quienes, arrepentidos de su paso por el PSOE le recogieron en brazos y –Fraga por medio, otro campeón, oiga– le dieron una serie de chollos. Por aquel entonces se decía que la corrupción le costó al que era su partido tres millones de cotos… y a los ciudadanos cientos de millones de pesetas que fueron al partido y a los partidarios…
Por aquellos tiempos, vísperas de las elecciones del 25 de noviembre de aquel ya lejano año de 2016, la política agroalimentaria de China amenazaba otra vez al campo gallego (ahora ya los chinos compraron todo el campo gallego) y la velutina colonizaba una treintena de concellos en Lugo y Orense (hoy comprados por los chinos) y en Europa, ay Europa, unos burócratas mandaban a los gobernantes elegidos por sus pueblos que hicieran lo contrario de lo que pedía la ciudadanía. Ganaba otra vez la Liga el Depor y ganaban como siempre, dinero los bancos. ¿Un sueño o una pesadilla…? Ustedes mismos.

Anoche tuve un sueño

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