Victimas invisibles

Una vivienda digna, a un precio asequible, constituye una necesidad fundamental, además de ser un Derecho Humano. Garantizar que se cubra esta necesidad, con su potencial para aliviar la pobreza y la exclusión social, constituye un reto considerable en muchos países europeos. 

En España, como en algunos otros países, se siguen produciendo desahucios de familias humildes sin garantía habitacional y para ello es necesario contar con una política activa de vivienda, acorde con cualquier estado social democrático y de derecho.  

En algunos de estos desahucios se puede observar como los niños se convierten en víctimas inocentes. Por ello, cuando hay menores tendría que intervenir la Fiscalía del menor para evitar la violación de la Convención de los Derechos del Niño firmada por España en 1.989, porque en escasas ocasiones se les ofrece una solución habitacional alternativa que permita a estos menores continuar con su rutina cotidiana, al lado de sus padres. 

Niños a los que se les aleja de sus progenitores o tutores hacia centros de acogida o albergues temporales produciéndoles evidentes daños en su salud emocional. 

Por otra parte también es bueno y necesario recordar un informe sobre políticas de viviendas en los estados miembros de la Unión Europea y elaborado desde el propio Parlamento Europeo. Entre otras cuestiones se señala que las personas sin techo en la Europa del sur se acercan a los 200.000 chabolistas y otros tantos son inmigrantes sin techo que viven en caravanas o tiendas. También se hace referencia a que “pueden verse niños en las calles malviviendo”, sin ningún tipo de amparo ni protección por parte de los poderes públicos.

Victimas invisibles

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