ESCLAVOS DEL SISTEMA

Somos esclavos del sistema y lo vemos cada día, al lado de nuestra casa, barrio o pueblo. Cada vez son más las personas que malviven y carecen de la más mínima dignidad. Según Cáritas, más de 40.000 personas, indigentes, viven en la calle en nuestro país y cada vez son más jóvenes y con mejor formación. Algo hemos hecho mal, algo no funciona y tenemos que cambiar y mejorar nuestro sistema económico, financiero y empresarial para evitar o aminorar la sangría de los seis mil millones de parados y de esos, más del 40% de personas en desempleo y que ya no perciben prestaciones económicas.
Muchas veces creo (en ocasiones evito pensar tanto para no deprimirme) que si en las comarcas de O Salnés y O Barbanza, en general en ambos márgenes de la ría de Arousa, hay tantas personas que carecen de alimentos, ropa, trabajo, vehículo propio, que no pueden pagar la luz, el gas y además los niños tienen que ir a los comedores escolares para poder alimentarse, ¿cómo será en otros pueblos, ciudades o comarcas de España?
No podemos olvidarnos que la comarca de Arousa es una de las más ricas y con mayor nivel de vida de nuestro país, donde más viviendas vacías hay actualmente. Ahora, cada vez más, la miseria acecha a más hogares de la comarca, ya no es extraño ver a personas rebuscar en los contenedores, guardar el turno en largas colas para aprovisionarse a alimentos en varias ONG e incluso recoger cartones en los contenedores para luego vender, ante la precariedad económica. Está claro que algo no funciona..., pues a trabajar para mejorar el sistema y garantizar un mínimo de justicia social para todos.