EMERGENCIA SOCIAL

Cada vez nos encontramos con más familias que no pueden cubrir sus necesidades básicas. Lo más paradógico de todo esto es que le deniegan prestaciones sociales como la Risga o la RAI y cuando, en última instancia, acuden al departamento de servicios sociales de algún ayuntamiento se encuentran con que no le prestan las ayudas de emergencia social porque carecen de los recursos suficientes. 
Según la legislación las ayudas de emergencia social son prestaciones económicas municipales, de carácter no periódico, destinadas a las personas cuyos recursos resulten insuficientes para hacer frente a gastos específicos…, en todo caso necesarios para prevenir, evitar o paliar situaciones de marginación social. Concretando son ayudas para atender las necesidades básicas de las familias. 
El problema con que se encuentran estas familias en muchas ocasiones es que los fondos no son suficientes para atender la demanda. Por eso es cada vez más necesario destinar recursos, de las arcas municipales, para paliar esta escasez, priorizando las partidas de inversiones y gasto social.  Seguimos viviendo una situación social y económica complicada y por eso es necesario que, nuestros gobernantes, tengan la valentía y el compromiso social necesario para no dejar a ninguna familia desamparada. 
Todos sabemos que es muy difícil ofrecer datos reales sobre el nivel de exclusión social, en cualquier pueblo o ciudad, ya que muchas familias que necesitan algún tipo de ayuda social ni las requieren por vergüenza o porque lo ven como un fracaso personal, por la educación recibida. De ahí la importancia de que sean los propios municipios los que velen por la correcta distribución de dichas coberturas.