Emergencia habitacional

Arrancan las nuevas legislaturas en Galicia y en España, una oportunidad para que los partidos asuman los retos en materia de política social para el desarrollo del Estado social que establece la Constitución. La pobreza energética, la pobreza infantil, la renta básica, las pensiones no contributivas, el incremento del salario mínimo, la modificación de la ley de la segunda oportunidad, la violencia de género, las políticas activas de viviendas sociales y conseguir que no quede ni una sola familia desprotegida, sin trabajo y sin ningún tipo de cobertura son algunos de los asuntos pendientes.
Hace años que vivimos un estado de emergencia habitacional por culpa de haber considerado la vivienda como un bien de mercado y no como un requisito social. No hay una política de vivienda que encare las demandas de la población y siguen las carencias de viviendas públicas para ser ofertadas en régimen de alquiler social a las familias más necesitadas. Mientras los bancos y financieras acaparan un importante número de viviendas que no pueden vender ni quieren poner en alquiler económico y al retenerlas les permite mantener los precios de venta y alquiler inamovibles.
Las prioridades en materia de vivienda social han sido diferentes, pues algunos países han dirigido su política de vivienda a la atención de los colectivos más desfavorecidos, mientras otros se plantearon como objetivo atender las necesidades de la vivienda de toda la población. Portugal, España y Grecia tienen unos sectores mínimos de viviendas sociales. Pues a trabajar para garantizar, en la práctica, el derecho a una vivienda digna.

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