Dos realidades

A veces creo que si pensásemos un poco más seguro que no diríamos muchas de las tonterías que largamos libre y alegremente por la boca. Cada vez observo más gente apática, triste, deprimida y demasiado pesimista, casi siempre el tema de conversación se centra en el dinero y la crisis. Unos porque están en paro, perciben unos 426 euros y no llegan a fin de mes y otros porque tienen un trabajo remunerado por el que perciben más de 3.000 euros mensuales y tampoco les llega para lo que desearían. 
Lamentablemente me encuentro con pocas personas que no piensen en sí mismas y mantengan una conversación en tercera persona, mirando hacia el horizonte de la vida, sin quedarse en la periferia. Que hablen sobre lo que pueden hacer para que el entorno en el que viven sea un poco mejor para muchas personas que “realmente” lo están pasando mal y que apenas se quejan. El mundo nunca podrá ser mejor y más habitable mientras no cambiemos ciertas mentalidades y eso depende de nosotros mismos y no de los políticos y gobernantes de turno. Estos únicamente se limitan a gestionar los recursos públicos en base a sus principios e ideología. 
También observo como la hipocresía y el cinismo de muchos “empleados” del poder económico y político les esta llevando a la miseria humana más repulsiva y rastrera. Para poder mantener su nivel de vida, estos “personajes” que viven entre nosotros son capaces de cualquier cosa. Todo les vale con tal de conseguir sus objetivos. La pasividad de algunos es lo que les sigue manteniendo en sus puestos de responsabilidad.

Dos realidades

Te puede interesar