Compromiso solidario

Buenos deseos para el nuevo año. Esta es una de las expresiones frecuentemente utilizadas por parte de un gran número de personas cuando comienza un año nuevo. Desgraciadamente esto no es garantía de que las cosas mejoren sino ponemos de nuestra parte algo más que buenas intenciones.
Según nos comentan la mayoría de nuestros gobernantes y sus asesores económicos, hay “brotes verdes” y se presume un crecimiento económico importante para el país. Los índices macroeconómicos son favorables para los intereses de los grandes inversores, las multinacionales y las entidades financieras. Paradójicamente los datos reales de la economía doméstica son que algunas familias no pueden utilizar la calefacción, no llegan a pagar la luz, el gas, mucho menos la renta del alquiler de su vivienda habitual o la hipoteca al banco.
Hace unas semanas una mujer ingresó en Urgencias del hospital de Ol Barbanza por un intento de suicidio, por problemas económicos. La víspera de Nochebuena, en la comarca de O Barbanza, un matrimonio fue desahuciado de su vivienda y de su negocio. Gracias a la solidaridad vecinal pueden estar viviendo bajo un techo. Seguro que estas situaciones de vulnerabilidad que padecen muchas familias podrían aminorarse si cada uno de nosotros pusiésemos en marcha el compromiso solidario y una participación activa hacia estos colectivos más desfavorecidos, en vez de dedicarnos a la vida contemplativa y a dar consejos teóricos que no conducen a nada más que al aburrimiento y a la demagogia.

Compromiso solidario

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